La Rioja, con un 1,6 por ciento, una de las comunidades que menos agua ha usado para regadío en 2008

regadio
DGA
Actualizado: domingo, 18 julio 2010 12:22

MADRID/ LOGROÑO, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

El uso de agua de regadío de las explotaciones agrarias se ha situado en 15.313 hectómetros cúbicos en 2008, lo que supone una reducción del 5,5 por ciento respecto al año anterior, según la 'Encuesta sobre el uso de agua en el sector agrario' del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Según el estudio del INE, las comunidades autónomas que más agua utilizaron en 2008 fueron Andalucía (con un 23,1 por ciento del total), Aragón (14,2 por ciento) y Castilla y León (13,2 por ciento). En el otro extremo, se situaron La Rioja (1,6 por ciento), Comunidad Foral de Navarra (2,8 por ciento) y Región de Murcia (3,4 por ciento).

Respecto a 2007, el uso de agua para regadío disminuyó un 11,1 por ciento en Castilla-La Mancha, un 8,5 por ciento en Castilla y León y un 7,5 por ciento en Cataluña. Además, destaca el incremento del 7,4 por ciento que se produjo en La Rioja, debido al significativo aumento de la superficie de regadío en esta comunidad.

Los cultivos herbáceos concentraron el 44,8 por ciento del volumen total del agua de regadío utilizada en el sector agrario, con 6.870 hectómetros cúbicos, un 6,5 por ciento menos que el año anterior.

Otros cultivos como los industriales, huertos familiares, cultivos ornamentales y leñosos no frutales redujeron su uso de agua un 16,1 por ciento respecto a 2007, mientras que las patatas y hortalizas lo hicieron en un 12,7 por ciento. Por el contrario, el uso de agua en olivares y viñedos se incrementó un 1,3 por ciento.

Por técnicas de riego, el volumen de agua aplicada a los cultivos mediante riego localizado o goteo disminuyó un 6 por ciento, en los de aspersión, descendió un 5,5 por ciento, y en los de gravedad, un 5,2 por ciento.

El 78,6 por ciento del agua disponible para riego fue de origen superficial, un 20,4 por ciento de origen subterráneo y un 1 por ciento de otros recursos hídricos, como el agua desalada (marina o salobre) o reutilizada (procedente de las estaciones de depuración de aguas residuales).