LOGROÑO, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, colocó hoy la primera piedra de las obras de rehabilitación del Balneario de Grávalos, que suponen una inversión de 8.184.080 euros y tendrán un plazo de ejecución de 18 meses. Esta actuación, fruto de la colaboración entre el Gobierno de La Rioja y el Ayuntamiento de Grávalos, permitirá dotar a La Rioja de un nuevo recurso vinculado al termalismo o turismo de salud.
La obra consistirá en la rehabilitación del antiguo edificio original, que data de 1840, y la construcción de dos nuevos bloques, así como su adecuación para ofrecer los servicios propios de un hotel-balneario. La financiación de la obra corresponde en un 80% a la Consejería de Vivienda y Obras Públicas del Gobierno de La Rioja y en un 20% al Ayuntamiento de Grávalos y será ejecutada por la UTE (unión temporal de empresas) compuesta por las empresas Ismael Andrés, S. A., y Ferrovial Agromán, S. A.
El proyecto de rehabilitación del Balneario de Grávalos plantea la construcción de un complejo hotelero que se desarrollará en 6.237 metros cuadrados construidos y distribuidos en una zona de uso hotelero de 3.437 metros cuadrados y otra de uso balneario de 2.800 metros cuadrados.
El cuerpo central del edificio histórico se mantiene como fachada del nuevo hotel-balneario, adquiriendo relevancia y protagonismo como acceso al conjunto y como elemento que articula los dos bloques de nueva construcción: área de habitaciones y área de balneario. En la planta baja del antiguo edificio se ubicarán la recepción del hotel, vestíbulo y núcleos de comunicaciones, tienda y punto de información, así como despacho médico y zona de espera. En la planta baja del pabellón se situarán el salón social polivalente y el bar-cafetería, ambos con terraza en el soportal del conjunto y abiertos a la alameda. El comedor se vinculará a los patios y al camino, así como a cocinas y zonas de servicios.
HOTEL Y BALNEARIO.
El hotel-balneario tendrá categoría de tres estrellas y ofertará un total de 151 plazas hoteleras distribuidas en 78 habitaciones: 70 habitaciones dobles, 6 individuales y 2 para personas con movilidad reducida. El hotel dispondrá, además, de servicios de recepción, bar, comedor y salón. Los garajes de la planta-sótano estarán conectados con la recepción.
El edificio balneario parte del actual manantial y conecta con el entorno a través de un gran espacio lúdico compuesto por tres piscinas, dos saunas (seca y húmeda), dos duchas de contraste, así como área de relax y eco-bar. La piscina principal, de forma oval y 99 metros cuadrados, puede usarse como piscina de relajación, con sus aparatos de balneoterapia, o como piscina animada para ejercicios acuáticos. Las dos piscinas restantes, de forma circular, tienen cuatro metros de diámetro y disponen de bancadas perimetrales y chorros de aire y agua.
El edificio del balneario se distribuye en tres áreas según los tratamientos que se apliquen: en la planta baja se ubica el área de tratamiento respiratorio; en la planta primera, el área dermatológica; y en la planta segunda, la zona de bienestar, en la que se ofrecerán tratamientos de belleza y cosmética.
El agua propia del manantial del balneario está catalogada como de tipo 'sulfurado cálcica' y, según las conclusiones del informe médico realizado sobre sus propiedades, presenta unas características químicas y físico-químicas poco frecuentes en España que las hacen idóneas para tratar enfermedades dermatológicas y respiratorias, principalmente, aunque también pueden utilizarse para tratar enfermedades reumáticas y digestivas.
El Balneario de Grávalos se especializará en los tratamientos dermatológicos y respiratorios, el primero de los cuales está muy poco desarrollado en el panorama terapéutico español y puede ser el elemento que otorgue singularidad al nuevo balneario riojano.
