Sanz visita la ermita de San Roque de Igea, tras rehabilitar su cubierta en la que se han invertido 15.000 euros

Actualizado: domingo, 19 enero 2014 18:47
cia" class="NormalTextoNoticia" itemprop="articleBody">

LOGROÑO, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El presidente de la Comunidad de La Rioja, Pedro Sanz, se ha desplazado este domingo a Igea, su localidad natal, para visitar la ermita de San Roque, tras las obras de rehabilitación de la cubierta llevadas a cabo recientemente.

   En su intervención, Pedro Sanz ha destacado que esta actuación "garantiza la conservación y frena el deterioro de la ermita que, como otros santuarios o capillas de nuestra región, generalmente ubicadas en los aledaños de los municipios, constituyen muestras significativas de nuestra tradición y cultura".

   Las obras de restauración de la cubierta de la ermita han supuesto una inversión de 15.000 euros, financiados por la Consejería de Educación, Cultura y Turismo, que ha concedido una subvención de 10.592 euros, cifra que supone el 70,62 por ciento del importe total del proyecto, y el resto, 4.402 euros, aportados por el Ayuntamiento, la Parroquia y la Cofradía de San Roque.

   En concreto, los trabajos han consistido en la sustitución de la cobertura de tejas de cerámica de la nave y de la sacristía, en la reparación de las maderas de la cubierta y en el alero de la sacristía. Además, se han reparado todos los aleros de ladrillo de la fachada y se ha demolido una construcción adosada a la ermita, que en su día servía como refugio.

HISTORIA DE LA ERMITA DE SAN ROQUE

   La ermita de San Roque de Igea, cuyos muros fueron construidos probablemente en el siglo XI sobre los restos de una antigua fortaleza, está ubicada a unos dos kilómetros de la localidad, entre olivos y frutales. El edificio está hecho a base de mampostería y sillarejo y consta de una nave pequeña de muy escasa altura, con tres tramos y cabecera, y una sacristía cubierta de madera con una puerta de arco de medio punto.

   El tejado se apoya en columnas con arcos rebajados y una rústica bóveda. Su retablo, robado de la ermita en 1978, era de estilo manierista y constaba de dos cuerpos con cinco tablas pintadas y la imagen de San Roque. En la actualidad y en sustitución de lo sustraído, se ha colocado una hornacina que contiene una sencilla imagen de San Roque adquirida por suscripción popular.