El ucraniano Ihor Kovalevych, con la obra 'Towers', gana el Concurso de Pieza Única del Encuentro N.A.CE 2020

Publicado: sábado, 18 julio 2020 19:40

LOGROÑO, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

El artista ucraniano, Ihor Kovalevych, ha ganado el Concurso de Pieza Única de Navarrete con la obra 'Towers'. Kovalevych vive en Leópolis (Ucrania) y se formó en el Instituto Estatal de Artes Aplicadas y Decorativas de esta ciudad.

El artista ucraniano ha expuesto en el Museo de Cerámica de Westerwald (Almania), en la Bienal de Cerámica de Cluj (Rumanía) o en el Museo de Cerámica de l'Alcora (Castellón).

El jurado ha estado formado por Beatriz Fernández, profesora de Diseño de Producto de la Escuela de Diseño de La Rioja; Izaskun Etxebarria, doctora en Bellas Artes; Julio Hontana, artista plástico; Eugenio Ibáñez, de la comisión organizadora de N.A.CE.; y María Luisa Corzana, alcaldesa de Navarrete. La concejala de Cultura, Emilia Fernández, ha actuado como secretaria.

El jurado ha premiado 'Towers', una pieza de porcelana y esmalte cocida en horno eléctrico, por ser una obra muy contemporánea en relación a las demás.

Según Izaskun Etxebarria, doctora en Bellas Artes afincada en Navarrete, "es un estudio formal y del color muy interesante, que mezcla diferentes texturas; la pieza tiene reminiscencias antopomórficas, puede recordar a las venus del paleolítico, a artistas contemporáneos norteamericanos, como Jeff Koons o Frank Stella".

Hay un premio único de 2.500 euros y el autor premiado será un colaborador activo en la próxima edición de N.A.CE.

Sin embargo, el jurado ha decidido conceder un accésit al artista Miguel Molet (Albelda, Huesca) por la obra 'La estela de Ulises'. Se trata de una pieza realizada en gres, con la técnica de la 'terra sigillata', horneada a 1.000C y ahumada.

El accesit, según el jurado, "es una obra muy poética, realizada en dos mitades, con unas formas suaves, almendradas, que juega al positivo y al negativo; estéticamente es muy buena, formalmente es una preciosidad y técnicamente es impecable, con una decoración en negro que recuerda al arte africano tribal".

Molet ha realizado 16 exposiciones individuales y 12 colectivas, algunas de ellas en Japón, Marruecos, Bélgica o Italia y ha impartido desde 1994 más de 40 cursos, incluso en otros países como México, Hungría o Portugal. Su trabajo actual se basa en un "tratamiento minucioso de las arcillas, ya sea en el pulido para con la elaboración de la pieza; como en el acabado final, realizado con 'terras sigillatas' y tierras decantadas".**Estas se producen al separar las partículas de las arcillas para así aprovechar las más finas, que una vez aplicadas, dotan a la pieza de un brillo y un acabado natural.

Al artista oscense le gusta "trabajar con estas técnicas milenarias,**pero siempre con un claro enfoque a lo contemporáneo". Molet combina indistintamente trabajos de tendencia escultórica, con otros que son parte y consecuencia de la alfarería tradicional. Si los primeros le exigen más reflexión y un soplo evolutivo en lo personal, los segundos le producen más goce en el momento de su realización.

Después de muchos años de contacto con el barro,*Miguel Molet cree que aún está andando el camino: sigue "haciendo, guardando, vendiendo, y rompiendo piezas como otra manera más de estar vivo".