MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Cámara de Comercio de Madrid, a través del Instituto de Formación Empresarial (IFE), ha diseñado un curso específico para ayudar a las empresas a gestionar con eficacia la resistencia de sus empleados para implementar en la organización los cambios necesarios a fin de poder afrontar con éxito las dificultades de la crisis económica.

Esta resistencia suele ser el motivo principal por el que entre el 50 por ciento y el 75 por ciento de los planes de mejora y cambio que diseñan las empresas fracasan, según conclusiones de un estudio de Dianne Waddell y Amrik S. Sohal.

Este curso, que se imparte bajo el título de 'Gestión del cambio', pretende dar las herramientas necesarias para identificar, gestionar adecuadamente y doblegar las naturales resistencias a cualquier reorganización o plan de viabilidad, a fin de poder ejecutarlo en el menor tiempo posible, un factor que es crucial para el éxito de cualquier plan de reestructuración.

Se trata de un curso de 16 horas lectivas, repartidas en cuatro jornadas (en horario de 18 a 22 horas), que se impartirá al menos dos veces a lo largo del próximo curso académico del IFE.

"El principal foco de resistencia a los cambios reside en los mandos intermedios, cuyas discrepancias suelen tener que ver con su particular forma de entender la cultura de la empresa", afirmó el profesor Ángel de la Riva, que imparte este curso como experto en gestión del conocimiento de Human Management Systems.

De la Riva explicó que la gestión del cambio en el entorno empresarial "implica cambiar, más allá de la forma de trabajo o de los nuevos procesos, la mentalidad en la concepción que los directivos tienen de la organización".

REESTRUCTURACIÓN

Según explicaron desde la Cámara de Comercio, muchas empresas, ante las dificultades, deben afrontar situaciones complejas de reestructuración. Las de índole financiera y, en especial, la falta de tesorería, son indicios claros de alarma que, seguidas de las dificultades en la introducción de los productos en el mercado o de producción y retrasos en las entregas, son síntomas evidentes de la necesidad de acometer un cambio de rumbo.

Un análisis correcto de las causas debería traducirse, indicaron en la Cámara, en un plan de mejora y otro de viabilidad de futuro para la empresa, todo ello acompañado de un plan de gestión. También debe decidirse quién o quiénes deben encargarse de gestionar el proyecto.

En cualquier caso, añadieron, es necesario conseguir el consenso cuanto antes para reunir la colaboración de todos los profesionales de la empresa a fin de ejecutar el plan de viabilidad, con una actitud proactiva de todos y cada uno de los departamentos, la dirección y también de la propiedad.

A entender del organismo madrileño, el éxito o fracaso de un plan de este tipo dependerá de varios factores. En primer lugar, de evitar la demora en la puesta en práctica del plan al aparecer los primeros avisos de alerta. Del tiempo que se tome para ejecutarlo dependerá el mayor o menor grado de dificultad en la aplicación del plan, así como el mayor o menor coste en la aplicación del mismo.

EMPRESAS FAMILIARES

La Cámara señaló que las empresas familiares conocen bien las dificultades que entraña sobrevivir a un cambio tan significativo como es el relevo generacional, ya que más del 30 por ciento alcanzan la segunda generación, pero sólo el 15 por ciento llegan a la tercera.

El director de la Cátedra Prasa de Empresa Familiar de la Universidad de Córdoba y asesor de la Comisión Consultiva de la Empresa Familiar de la Cámara de Madrid, José Javier Rodríguez Alcalde explicó que, en su experiencia, "las familias empresarias no tienen conciencia del cambio intrínseco del sistema familia-empresa, aunque si lo tienen de los cambios en el entorno".

Este experto afirmó que "para que la transición sea eficaz, cada miembro de la familia debe pasar con éxito las siguientes fases: concienciación, crisis, confrontación, cristalización y cambio".

Más de medio millón de empresas españolas se enfrentarán durante los próximos diez años al relevo generacional, según un estudio del Instituto de la Empresa Familiar. Sin embargo, el 78 por ciento de ellas asegura no tener preparada la sucesión, conclusión que se extrae de una prospección de la escuela de negocios Esade.

Por ello, desde la Cámara de Comercio de Madrid han decidido por iniciativa conjunta de las comisiones consultivas de la Empresa Familiar de la entidad cameral y de la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE (CEIM), organizar diversas reuniones para consensuar las mejores fórmulas para abordar la sucesión y la continuidad de las más de 300.000 empresas familiares madrileñas.