MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, anunció hoy que el Gobierno regional está estudiando los costes económicos del cierre de la M-50 por debajo del monte de El Pardo, y que no descarta subvencionar el peaje, al menos, durante los primeros años dada la situación de crisis económica.
Aguirre, que presidió hoy el Comité de Dirección del PP de Madrid, negó que la Comunidad haya descartado el cierre de esta vía, y aseguró que aunque las obras se puedan retrasar, tal y como avanzó hoy el diario 'La Razón', el proyecto sigue adelante porque no se ha aprobado nada al respecto que diga lo contrario.
"Desde luego que se va a realizar", subrayó la presidenta, quien, no obstante, reconoció que es consciente de que "hay dificultades, sobre todo, de índole económica", en la medida de que "es muy costoso hacer un túnel por debajo del monte de El Pardo, y el peaje de esa obra, consecuentemente, sale muy abultado".
Así, en referencia a la información del diario citado, con las declaraciones del consejero de Transportes e Infraestructuras, José Ignacio Echeverría, la presidenta del Ejecutivo autonómico indicó que probablemente el responsable de este departamento "lo que ha querido decir es que en este año será muy difícil" que se puedan afrontar las obras de la carretera.
En este sentido, añadió que el retraso viene dado como consecuencia de los estudios económicos que se están haciendo previamente a la salida a concurso de los trabajos "porque hay que poner un precio en la licitación". "En eso estamos y en ningún momento se ha tomado el acuerdo de dejar de lado la M-50. Vamos a hacer la M-50, claro que la vamos a hacer", insistió.
Por ello, apuntó que como están "absolutamente decididos" a cerrar la M-50, no se descarta que si es necesario dar una subvención al peaje para que pueda funcionar", se haga. "De momento, hay que convocar el concurso y ver los licitadores, es una concesión de muchos años, y ahora, con la situación económica, será más difícil", reiteró.
Se trata de un proyecto que desde el principio ha estado acompañado de la polémica por los posibles daños que en el medio ambiente podrían producirse, según denuncian los ecologistas. El trazado planteado supone la construcción de tres túneles de 32,8 kilómetros de longitud, el más largo por debajo del Monte de El Pardo.
