MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Asociación de Empresarios de Calidad del Ocio Nocturno (ECO), Dionisio Lara, aseguró hoy que desarrollar "en caliente" la nueva normativa que regulará, entre otras cosas, la profesión de los porteros de discoteca, pone en peligro que no se tengan en cuenta las opiniones de todos los que están implicados en el ocio nocturno "y tienen algo que decir".
Precisamente, el Consejo de Gobierno acordó hoy tramitar un nuevo decreto que regula las condiciones en las que los porteros han de realizar su trabajo en locales en copas y discotecas, y que establece que los aspirantes a ser 'puertas' deberán superar unas pruebas en la Academia de Policía Local que consistirán en un test psicotécnico y psicológico, y en un examen sobre los conocimientos básicos relacionados con esta materia.
"Me parece muy bien que la Comunidad de Madrid la saque ahora pero hay un temor a la hora de que regular y legislar en caliente pueda poner en riesgo el no hacerlo con la tranquilidad, la prudencia y con todos los puntos de vista y la concurrencia de todos aquellos que tienen algo que decir", indicó Lara tras lamentar primero la muerte de Álvaro Ussía, que perdió la vida al ser supuestamente golpeado por unos porteros de El Balcón de Rosales.
Así, aseguró que en los últimos años, la Administración está siendo "más receptiva" y está teniendo en cuenta a los empresarios del ocio nocturno "porque saben que son los únicos que conocen profundamente" el sector.
"Aún así, he de reconocer que (la Comunidad de Madrid) es perezosa a la hora de regular el ocio de nocturno", apostilló, haciendo hincapié en que este reglamento es algo que podía estar hecho "desde hace años", ya que pertenece al paquete de reglamento de espectáculos.
En este sentido, Lara señaló que está seguro que en unos días la Comunidad de Madrid se pondrá en contacto con ellos para participar en la Comisión de Espectáculos y contribuir así a la redacción concreta de dicha normativa, como ya lo hicieron en su día con la Generalitat de Cataluña.
De hecho, la normativa catalana, pionera en España, incluye criterios de selección, filtros de personal, un plan de formación que garantice su calificación técnica y la definición de mecanismos de coordinación claros entre el servicio de admisión, las empresas de vigilancia y la actuación de la Policía para garantizar un ocio seguro.
No obstante, aplaudió la tramitación puesta en marcha hoy. "Nos parece muy bien que todo lo que sea legislar y marcar criterios a la hora de funcionar en el mundo del ocio es magnífico", aseguró, al tiempo que destacó que la regulación debe ir por darle un carácter "muy profesional a los controladores de acceso, dotarlos de habilidades tanto en temas de control de salidas de emergencia como para disuadir situaciones complicadas o habilidades en primeros auxilios".
"Necesitaremos unas personas con un perfil psicológico concreto, modelos de formación, no tendrán que tener antecedentes legales, es decir, un profesional que tengan habilidades a caballo de un relaciones públicas y un buen controlador de la zona", apostilló Lara.
TRÁMITE DEL 3 POR CIENTO DE LAS DENUNCIAS
Preguntado por el caso concreto de El Balcón de Rosales, después de que haya salido a la luz que el establecimiento contaba con un gran número de denuncias, Lara insistió en que personalmente no ha visto ningún documento que acredite que había una orden de cese, y que las denuncias son muy relativas.
"Las denuncias significan que cualquiera puede llamar a la Junta municipal o a la Policía denunciando que les está molestando una actividad que se desarrolla en la calle o en el entorno del local o una actividad por ruidos y molestias pero no significan nada más", subrayó el empresario, a la vez que señaló que prosperan muy pocas de estas denuncias.
Según señaló haciendo referencia a datos facilitados por el propio Consistorio, "no llega a prosperar ni un 3 por ciento de las denuncias", que en ocio nocturno suelen ser sobre todo por tenas de ruidos y molestas. "Es decir, una denuncia no quiere decir nada más que eso, aunque evidentemente hay que estudiarla, analizarla y ver si va a prosperar", agregó.
En este mismo sentido, matizó que hay muy pocos locales en Madrid con precinto y orden de cierre, ya que el Ayuntamiento de la capital, cuando hay una orden de precinto, "la ejecuta". "No conozco locales que tengan ordenes de cierre y no estén cerrados, lo que pasa es que hay pocos, muy pocos", insistió.
En su opinión, esta situación viene dada de que los empresarios de la ciudad "están preocupados por cumplir con los horarios, por la seguridad, por todo lo que afecta a su negocio, pero, sobre todo, por lo que afecta a la seguridad y el disfrute de sus clientes". "Nuestra preocupación es que nuestro cliente no tenga ninguna incidencia ni mal sabor de boca desde que sale hasta que vuelve a su casa", concluyó.
