Ana Botella entrega los diplomas a la primera promoción de Mediadores Sociales en El Gallinero

Ana Botella
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 8 julio 2015 7:28

MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha hecho este martes entrega de los diplomas del curso 'Formación y promoción laboral de mediadoras gitanas para intervenir en El Gallinero', realizado con la Fundación Barró, ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.

Con la entrega de los diplomas se pone fin al proceso formativo que comenzaron 15 personas pobladores de El Gallinero, para realizar labores de mediación con población gitano/rumana.

Para la alcaldesa, estos diplomas son mucho más que una simple acreditación de conocimientos. "Suponen que tenéis las habilidades y la capacidad necesarias para cambiar la realidad, para ser líderes entre vuestros vecinos y contribuir a mejorar la vida de toda la comunidad", ha señalado.

Además, ha felicitado a las asociaciones que llevan años trabajando en El Gallinero "compartiendo trabajo, afrontando retos, tratando de llegar a consensos".

Han participado 15 personas, de las cuales 10 han finalizado con éxito su formación y 3 de ellas serán contratadas durante el período que comprende de septiembre a diciembre de este año.

Este proceso lectivo constó de 296 horas de formación teórica, 100 horas de formación práctica, 72 horas de tutorías individuales, 32 horas de tutorías grupales y supervisión de prácticas.

Los alumnos han desarrollado los conocimientos adquiridos a través de las prácticas realizadas en: Fundación Secretariado Gitano (F.S.G.); Asociación el Fanal; Asociación Comisión Católica Española de Migración (ACCEM); Médicos del Mundo; el Instituto de Realojo e Integración Social (I.R.I.S) de la Comunidad de Madrid; Fundación Imaginario Social; Asociación Barró (Proyecto de Adultos, Centro Lúdico-educativo Chapotea, Centro Socioeducativo Jara).

Con esta iniciativa, los nuevos mediadores se convierten, en palabras de la alcaldesa en un "puente entre ambas culturas", con un objetivo claro: "acercarnos los unos a los otros para que podamos compartir, cooperar, ayudarnos. Os aseguro, que no puede haber reto más desafiante".

Ha sido un proceso jalonado de anécdotas y también de experiencias compartidas que no están en los libros. Botella citó algunas. Por ejemplo, algunas de las participantes se desplazó a una convivencia en La Rioja, para que "vuestra pareja, sobre todo en el caso de las mujeres, asumiera la responsabilidad de atender a vuestros hijos".

Otra grata experiencia fue la visita al polideportivo de Vicálvaro para asistir a la actividad deportiva con los menores de El Gallinero, entre los que estaban algunos de los hijos de las alumnas.

La experiencia tenía un antecedente muy claro: el proyecto que con la población gitana española venía realizando el Ayuntamiento desde hace años.

Los resultados de la labor que han realizado las mediadoras en los colegios e institutos, en los centros de salud, con las familias y especialmente con las mujeres, fueron los que animaron al Gobierno de Botella a reproducir la iniciativa con la población gitana rumana.

De su éxito dependerá que en un futuro no muy lejano se pueda "exportar" este proyecto a otros países de la Unión Europea como una buena práctica para la integración y la inclusión.