Asegura que los delincuentes se llevaron unas carpetas negras que contenían documentación de la custodia de su hija
MADRID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los dos asaltantes de la clínica privada del cirujano Ignacio Frade, dos españoles de 73 y 66 años, han reconocido en el juicio su autoría en los hechos sucedidos en abril de 2016, si bien la víctima ha afirmado que "la autora intelectual" del robo no está sentada en el banquillo de los acusados.
"Todos sabemos quién está detrás", ha manifestado de forma contundente el afamado cirujano estético durante su declaración ante el tribunal, a quien ha expuesto que el objetivo de los asaltantes era llevarse la documentación que guardaban unas carpetas negras con papeles relativos a la custodia de su hija.
Juan José M.P. y Juan de Dios R.G. son juzgados por delitos de robo con violencia e intimidación en casa habitada con uso de arma y lesiones, dos delitos de detención ilegal y un delito de lesiones. Se enfrentan a nueve años y nueve meses de cárcel. Los dos juzgados cuentan con numerosos antecedentes penales, uno de ellos por asesinato en la década de los 90.
El doctor Frade es conocido por ser el médico que destapó el 'caso Meño', el joven que quedó en estado vegetativo tras una operación de nariz y que finalmente murió. Frade fue testigo clave para reabrir el caso al manifestar que vio cómo se le salía el tubo de la anestesia sin que los doctores se dieran cuenta.
Los hechos se produjeron a las 12.30 horas del 11 de abril de 2016 en la clínica del cirujano, situada en la Avenida del Mediterráneo de la capital. En el piso de arriba vivía el padre de Frade, un anciano de 94 años que se encontraba con su cuidadora. Los hombres accedieron al hogar haciéndose pasar por inspectores de Hacienda.
En su declaración, han reconocido los hechos afirmando que no hubo violencia. Además, han querido pedir perdón por lo sucedido a las víctimas. Uno de ellos ha manifestado que estaba bajo los efectos de las drogas. De hecho, su abogado ha solicitado que se le aplique una atenuante por toxicomanía.
Sin aceptar su perdón, Frade ha relatado el infierno vivido durante el tiempo en que se prolongó el asalto, del que salió herido en la cabeza. Al llegar a su domicilio, uno de ellos le agarró del brazo y le llevaron al despacho. Ahí estaban maniatados su padre y la cuidadora. Al querer defenderles, uno de los hombres le golpeó en la cabeza y le tiró las gafas.
Frade ha insistido en que los asaltantes iban buscando "las carpetas negras" que contenían documentación sobre la custodia de su hija. Sin embargo, la cuidadora ha afirmado que pedían las llaves de las cajas fuertes.
El doctor ha afirmado que los acusados sabían todos sus movimientos y horarios. De hecho, la cuidado ha manifestado que le estaban esperando, ya que les preguntaron a qué hora iba a llegar al lugar.
