MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
La unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional ha abierto una investigación interna para averiguar si agentes del Cuerpo han facilitado información policial a redes que supuestamente espían a políticos de la región para depurar responsabilidades, informaron hoy a Europa Press fuentes policiales.
Por su parte, indicaron que la Guardia Civil todavía no ha abierto investigación interna sobre este asunto, aunque lo hará "próximamente" con el objeto de descubrir si agentes del Instituto Armado ha pasado información policial a civiles o, incluso, si hay algún funcionario en activo en una supuesta trama externa.
De esta forma, se trata de averiguar si ha habido filtraciones, quien las ha realizado y desde que Brigada o comisaría proceden, ya que no todos los agentes tienen la posibilidad de acceder a fichas o bases de datos. Además, todos ellos deben motivar el acceso a esos datos y todas las entradas a los mismos se registran.
Los agentes que acceden a la información deben están en activo, por lo que se descartan ex policías o agentes de excedencia. Ésta es la situación en la que se encuentra Marcos Peña, asesor de la Consejería de Presidencia e Interior y supuesto jefe del 'servicio secreto' de dicho departamento, según informaciones periodísticas.
Según las mismas fuentes policiales, Peña lleva entre 15 y 20 años de excedencia en la Policía Nacional y durante ese tiempo se ha encargado de tareas de seguridad privada hasta que el verano pasado comenzó a trabajar en la Consejería de Francisco Granados.
"Es difícil que esta persona tenga acceso a información de la Policía porque lleva mucho tiempo desligado del Cuerpo y es complicado que mantenga contactos desde hace tiempo que le den información, y más ahora cuando los controles para evitar esta situación son muy exhaustivos", señalaron.
No obstante, las fuentes policiales aseguran que las redes de espionaje externas a la actividad policial y dedicada a fines políticos, empresarias o puramente personales son "frecuentes". Así, recordaron la trama de los GAL o, más recientemente, el supuesto espionaje al ex presidente de Endesa, Manuel Pizarro, durante el periodo en el que se barajaba la compra de la empresa por parte de Gas Natural.
Por último, recordaron también otras investigaciones abiertas dentro de la Policía ante casos de filtraciones internas. "Cuando salió en la prensa la ficha policial de Isabel Pantoja, y la cantante reclamó una suculenta indemnización, empezaron a investigar y comprobaron que 2.000 agentes habían entrado en esa ficha", señalaron las mismas fuentes.
LAS RESPONSABILIDADES
En caso de confirmarse de la existencia de agentes en activos que hayan filtrado informaciones a redes externas de espionaje, incurrirían en una falta grave, con expediente de expulsión del Cuerpo, así como posible un delito contra la Ley de Protección de Datos por hacer uso fraudulento de datos de la Administración.
Los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional no pueden trasladar información policial a ninguna instancia que no sea a otro cuerpo policial que lleve la investigación o a la Justicia. Además, debe ser solicitada por escrito y con todos los controles.
Respecto al grado de responsabilidad de ex guardias civiles y ex policías que trabajaran en servicios de información fuera de esos Cuerpos, no incurrirían en delito, siempre y cuando no conculcaran derechos o preceptos recogidos en la Constitución y el Código Penal.
