La Audiencia condena a 15 años de cárcel a un pederasta de 73 años acusado de violar a un menor y de abusar de otros dos

Actualizado: domingo, 24 diciembre 2006 12:15

MADRID, 24 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 15 años de prisión a un pederasta de 73 años acusado de violar a un menor de 13 años y de abusar sexualmente de otros dos, de 12 y 7 años, hechos ocurridos en Madrid durante los meses julio y agosto del 2003. El procesado, que reconoció ser autor de los actos que se le imputan, ha estado en la cárcel por multitud de sentencias condenatorias por delitos contra la libertad sexual y corrupción de menores.

La resolución judicial, a la que ha tenido acceso Europa Press, considera probado que a mediados de julio de 2003 Miguel Ángel G.R., tras ganarse la confianza del menor y la simpatía de su madre "por medio de regalos e invitaciones", abusó sexualmente del chico, de 13 años, en un Ciber Café de la capital. Días después, el procesado "le llevó a la zona del Pardo con el pretexto de pescar", lugar en el que se produjo la violación.

El tribunal también considera probado que en agosto del 2003 Miguel Ángel G.R. abusó sexualmente de dos hermanos, de 12 y 7 años, a los que además de realizarles tocamientos "mientras se masturbaba", les fotografió "desnudos y en posturas sexuales explícitas". La sentencia recoge que Miguel Ángel G.R. "ha sido condenado por multitud de sentencias por delitos contra la libertad sexual y corrupción de menores, siendo la última del 7 de septiembre de 1993", condena que cumplió hasta su puesta en libertad en noviembre de 1998.

"IMPULSO SEXUAL DIFÍCIL DE CONTROLAR"

Durante el juicio oral, el médico psiquiatra relató que personas como Miguel Ángel G.R. "conocen que las prácticas sexuales con menores son contrarias a las normas y están castigadas por las leyes, pero sienten una atracción como consecuencia de un impulso sexual difícil de controlar", circunstancia que hace que el tribunal imponga "las penas dentro del grado inferior de las mismas".

La resolución especifica, por un lado, que el acusado "reconoció los hechos sin ningún tipo de vacilación", y por otro, que "padece un trastorno de pedofilia que le determina su sistema de satisfacción sexual".

El imputado deberá indemnizar a cada uno de los tres menores con 10.000 euros, "para que puedan contar con los tratamientos necesarios que eviten las consecuencias negativas que hayan podido dejar estas experiencias".