Las ayudas para los libros de texto de cara al año que viene aumentan en 800.000 euros

Actualizado: jueves, 12 marzo 2009 15:57

MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

Las ayudas que concede la Comunidad de Madrid a las familias con niños en colegios públicos, concertados y privados para los libros de texto y material didáctico han aumentado en 800.000 euros de cara al curso que viene, por lo que el presupuesto total será de 30,8 millones de euros, según ha acordado hoy el Consejo de Gobierno y anunciado el vicepresidente y portavoz del Ejecutivo autonómico, Ignacio González.

En rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, su portavoz explicó que de estos 30 millones de euros, más de las dos terceras partes se destinarán a atender las solicitudes de las familias con menor renta per capita familiar. Del mismo modo, también tendrá prioridad las familias numerosas, las víctimas del terrorismo y aquellos que han recibido ayudas en el curso presente en la modalidad Beneficiarios del Ministerio de Educación.

Para el próximo curso, se mantiene también el sistema de préstamo de libros para aquellos alumnos que, formando parte de entornos socioeconómicos desfavorecidos, no pueden participar en la convocatoria general de ayudas por diversas circunstancias, de acuerdo con la decisión adoptada por los Consejos Escolares de los centros. El plazo de presentación de las solicitudes es de 20 días hábiles y se abrirá tras la publicación de la convocatoria correspondiente en el Boletín Oficial de Comunidad de Madrid.

APOYO AL DECRETO DE MÍNIMOS

En materia de Educación, la consejera de esta rama, Lucía Figar, recordó que esta semana se ha conocido el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que ha estimado que el aumento de la ratio (número de alumnos por aula) en las escuelas infantiles de la región, recogido en el último Decreto de Mínimos aprobado por la Comunidad y que equipara la normativa madrileña a la de otras Comunidades Autónomas, "no afecta a la calidad del servicio que prestan estos centros educativos".

De esta manera, el TSJM desestima un recurso interpuesto en mayo de 2008 por el Ayuntamiento de Getafe contra la orden de admisión de alumnos en las Escuelas Infantiles públicas para el curso 2008-2009. Según el Consistorio, el aumento de la ratio contemplado en la orden afectaba la calidad de la asistencia educativa y podría repercutir en los intereses económicos de las escuelas a través de los contratos de los educadores.

Según la resolución, el aumento de ratio no tiene consecuencias negativas para la calidad ni supone una modificación sustancial de las condiciones laborales de los educadores que trabajan en ellos. Por lo tanto, "para la Comunidad de Madrid es una excelente noticia saber que los tribunales de Justicia respalda con esta sentencia la normativa de la Consejería de Educación, que piensa que mantiene una alta exigencia de calidad de los servicios públicos y de las condiciones de los trabajadores", añadió Figar.

La Comunidad aprobó un Decreto de Requisitos Mínimos para "equiparar la normativa madrileña a la de Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Castilla y León, Castilla La Mancha, Cataluña, Valencia, Extremadura, Galicia y Murcia, y para recoger los requisitos del Ministerio de Educación para otorgar financiación a las comunidades autónomas para la construcción de Escuelas Infantiles", recordó, por otra parte, la consejera.

Esta normativa mantiene el máximo de 8 niños por aula en el tramo de 0 a 1 años; lo aumenta de 12 a 13 en el tramo de 1 a 2 años, y de 16 a 20 en el tramo de 2 a 3 años. Según indicó Figar, la nueva legislación ha permitido que más de 4.700 nuevas familias puedan beneficiarse de una plaza y que la construcción de las escuelas sea más rápida. De hecho, para el próximo curso se esperan 22 nuevos centros de estas características.

La Comunidad de Madrid modificó el pasado año las ratios de las escuelas infantiles, una decisión que creó discrepancias en la comunidad educativa, donde parte del profesorado y de las familias consideraron que el aumento de niños por clase iba a convertir a las escuelas infantiles en 'garajes' donde 'aparcar' a los pequeños, y donde, además, se temía por la pérdida de calidad de la enseñanza dado que se exigía otro tipo de conocimientos a los educadores.***