El Ayuntamiento y el sector de la hostelería estudian abrir un restaurante en el faro de Moncloa antes de verano

Actualizado: lunes, 14 diciembre 2009 16:19

Se rehabilitará la zona para crear una terraza y una zona estancial peatonal que mejore también el acceso al Museo de América

MADRID, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Madrid y el sector de la hostelería madrileño están estudiando la posibilidad de abrir el faro de Moncloa, renovado este último año para adaptarlo a los requerimientos de la ley de accesibilidad y de seguridad, convertido en un restaurante antes del próximo verano, así como de rehabilitar la zona que hay bajo la infraestructura para colocar una terraza más o menos estable y mejorar el acceso al cercano Museo de América.

Según avanzó el ABC y explicó el delegado de Hacienda, Juan Bravo, a Europa Press, el objetivo es "recuperar el faro tanto para los madrileños como para los turistas", logrando su inclusión de nuevo en los principales itinerarios y guías de la ciudad. Para ello, nada mejor que colocar un restaurante de aperitivos fríos con una treintena de mesas en lo alto de la torre.

Para completar esta oferta, el Consistorio está estudiando rehabilitar toda la zona, donde actualmente aparcan de forma ilegal cientos de coches. Para esta propuesta se está trabajando tanto con la Universidad Complutense de Madrid (UCM) como con el Hospital Clínico para ver qué requerimientos y necesidades hay.

El objetivo sería colocar una terraza con una estructura semirrígida que pudiera mantenerse al menos ocho o nueve meses al año con la que se complete la oferta del restaurante. Además, en este espacio se situaría también la cocina del nuevo local. Así, toda la zona quedaría convertida en "un espacio estancial, peatonal, muy agradable y con una entrada mejorada al Museo de América", según Bravo.

Ahora, los responsables municipales y el sector hostelero estudian "qué requisitos hace falta meter en el pliego del proyecto para lograr que la actividad económica de la concesión sea rentable y que el concurso de adjudicación no quede desierto". El objetivo es poder adjudicar esta iniciativa antes del verano.

REFORMA DEL FARO

En cualquier caso, el faro estará listo para abrir al público a partir de enero, tras la finalización de las obras de renovación acometidas a lo largo de diez meses de este año para adaptarlo a la normativa antiincendios y de accesibilidad, dada la estrechez de sus escaleras y algunos otros problemas con la tensión eléctrica.

Para ejecutar los trabajos de modernización se emplearon 3,27 millones de euros procedentes del Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL), con los que se ha instalado un ascensor más ancho y un montacargas en el exterior para permitir la limpieza de la fachada, se han ampliado las escaleras, se han sustituido los acabados deteriorados y se ha habilitado un vestíbulo de acceso al ascensor principal.

Parte del presupuesto se ha destinado a adecuar los espacios ajardinados del entorno del faro, precintando el área donde hace meses fueron encontrados unos huesos para preservarlos hasta que el juez decida qué hacer con ellos.

La Torre de Iluminación y Comunicaciones del Ayuntamiento de Madrid, nombre oficial del Faro de Moncloa, es una estructura de 110 metros de altura situada en el distrito de Moncloa-Aravaca. Fue proyectada por el arquitecto madrileño Salvador Pérez Arroyo --que ahora ha supervisado la reforma-- en 1990, se construyó en el año 1992 con un presupuesto de unos 2.000 millones de pesetas, y hoy ocupa el undécimo lugar de las construcciones más altas de Madrid, seguida muy de cerca por el Edificio BBVA, en AZCA.

El acceso a la parte del mirador se efectuaba generalmente a través de un ascensor exterior acristalado que tardaba 20 segundos en llegar a la cima. En el mirador superior, en forma de media luna, hubo durante un tiempo un restaurante.

Fue una obra polémica porque según muchos expertos rompía la estética de la zona. Al poco de su inauguración y debido al fuerte viento algunas de las planchas metálicas que recubrían la torre situadas en las partes más altas, de varias toneladas de peso, se desprendieron de la estructura y cayeron al suelo sin que hubiera que lamentar desgracias personales, si bien hubo que añadir más remaches para reforzar la sujeción de dichas planchas.

Salvo el mirador, el resto de la torre está constituida por el ojo hueco de los ascensores y una escalera en forma de espiral de tan sólo 80 centímetros. Este hecho resultaba muy peligroso porque el pasamanos de dicha escalera producía fuertes descargas de electricidad estática a quien lo tocaba.

Ésta fue una de las razones por las que, a tan sólo trece años de su construcción, en agosto de 2005 y tras el incendio del edificio Windsor, el Faro fue clausurado por incumplir la normativa de seguridad del Ayuntamiento de Madrid, que ampliaba hasta un metro la anchura mínima de las escaleras.

Cuando se inaugure y al margen del uso que se le quiera dar finalmente a este espacio, el faro continuará iluminando las infraestructuras que se levantan bajo sus pies, plantados en la avenida del Arco de la Victoria, y seguirá siendo el soporte de antenas de radio y telecomunicaciones. Además volverá a ofrecer a madrileños y visitantes el mirador perfecto para contemplar la ciudad.