MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El delegado de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, ha indicado que ha aumentado el patrullaje disuasorio y que han bajado las denuncias contra los manteros porque las multas tienen "pocos resultados".
También ha abogado por un cambio de mirada que supone no tener únicamente en cuenta los criterios de seguridad sino aportar una respuesta integral de todas las administraciones. La concejala de Cs Ana Domínguez ha llevado al Pleno de Cibeles la "carrera de obstáculos" en la que se ha convertido transitar por Gran Vía, único punto de Europa "donde se puede ver la venta de productos robados y falsificados a plena luz del día y con obras", con "decenas de manteros a las puertas de los comercios, lo que aumenta el peligro si hay que evacuar".
"Es un catálogo de infracciones sistemáticas a las ordenanzas y un ejemplo de riesgos que afectan a comerciantes, hosteleros, peatones y personas con movilidad reducida", ha lanzado Domínguez. La concejala ha señalado que en las obras de Gran Vía hay trabajadores sin botas de seguridad o sin protectores auditivos" y todo junto a "vertederos improvisados" y cuando los comerciantes hablan de una caída en las ventas de "un 40 por ciento".
En cuanto a la Tarjeta de Vecindad ha preguntado si con permitir que con ella las personas en situación administrativa irregular "puedan entrar en las piscinas acabará con sus problemas".
Barbero ha criticado que ponga en duda la profesionalidad de los policías y que ha remarcado que Madrid es una ciudad segura. En cuanto a las ventas, el delegado ha echado mano de una estadística realizada por el Consistorio, que apuntaba que los residentes en Gran Vía habían comprado en un 93 por ciento en esta calle en el último año y un 64 por ciento consideraban que las ventas aumentarían con la reforma.
