MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
El consejero delegado de Metro de Madrid, Borja Carabante, se reunirá este martes con los sindicatos en el suburbano para coordinar el plan estratégico para el desamiantado de la red, en la línea de lo que avanzó el pasado viernes en la Asamblea de Madrid, que combinará esa intervención con el servicio sin riesgo de exposición a este material por parte de empleados y usuarios.
Desde que saltó la polémica por la presencia de amianto en trenes y estaciones del suburbano, a raíz del reconocimiento de la enfermedad profesional a un trabajador que padece cáncer, Carabante ha mantenido varias reuniones con sindicatos y comité de empresa.
En la última reunión celebrada la semana pasada, ofreció la constitución de una comisión se seguimiento con el Comité de Empresa sobre el amianto, algo que los sindicatos quieren pero para ello reclaman más documentación.
Además, solicitan que se depuren responsabilidades entre varios cargos y directivos por poner, a su juicio, en "riesgo" la salud de los trabajadores de la compañía.
Por su parte y durante su intervención en la comisión de Transportes de la Asamblea, Carabante lanzó un mensaje de tranquilidad a trabajadores y usuarios, para además solicitar a los grupos de la oposición que no generen "alarma social".
Allí, el consejero delego de Metro manifestó que ya se ha producido que la primera contratación de una empresa para el desamiantado y "procederán a su retirada inmediata" en las primeras series de trenes.
Así, una vez que estén aprobados los planes de trabajo y se sustituyan "esas primeras unidades", se irán sustituyendo el resto; no sólo los trenes sino el resto de las instalaciones del suburbano.
"Tenemos que hacerlo compatible con el servicio y pretendo convocar a los sindicatos el mismo para planificar ese plan. El coste se determinará en ese plan y va a suponer muchos millones de euros y en las instalaciones tenemos previsto destinar 100 millones de euros y vamos a ver si somos capaces de ponernos de acuerdo y que los sindicatos colaboren", explicó.
"Tenemos que hacerlo compatible con el servicio y pretendo convocar a los sindicatos el mismo para planificar ese plan. El coste se determinará en ese plan y va a suponer muchos millones de euros y en las instalaciones tenemos previsto destinar 100 millones de euros y vamos a ver si somos capaces de ponernos de acuerdo y que los sindicatos colaboren", explicó el viernes.
El consejero delegado también llevó a esa comisión 14 actas de la Comisión de Seguridad y Vigilancia de Metro de Madrid, con la que, a su parecer, se confirma que la "seguridad de la red de Metro está garantizada absolutamente".
La reunión se producirá coincidiendo con la segunda jornada de paros parciales que ha convocado el sindicato del Colectivo de Maquinistas de Metro en crítica por la gestión de la compañía ante la presencia de amianto. Además, esta organización reclama el cese de Carabante.
La polémica del amianto también ha saltado a Argentina, pues el metropolitano de Buenos Aires decidió retirar temporalmente de servicio trenes de modelo 5000 que adquirió a Metro de Madrid en 2011 al conocer que tenían ese material.
A su vez, el suburbano remitió una circular a los trabajadores en la que informa que más de 90 vagones de trenes modelo 2000, de los más antiguos de la empresa, tienen un disruptor con amianto y recalca que no deben ser manipulados.
