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Asegura que su carné de conducir no había caducado y cree que el silencio del activista finlandés que iba en el coche es caer en "lo fácil"
MADRID, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Nuevas Generaciones del PP de Madrid, Ángel Carromero, ha agradecido el apoyo de la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, tras volver de Cuba por haberse "portado muy bien" con él, se declara "contento" con cómo le arropó su partido y entiende que la posición del Gobierno era "complicada".
Así lo ha declarado Carromero este miércoles en una entrevista en Antena 3, recogida por Europa Press, días antes de que presente su libro 'Muerte bajo sospecha. Toda la verdad', de la editorial Anaya, en el que hace un relato de los hechos ocurridos en Cuba en julio de 2012, con la muerte del opositor cubano Oswaldo Payá en un accidente de tráfico por el que el gobierno castrista condenó al madrileño a cuatro años de cárcel. Relata el "secuestro y el juicio farsa" en un libro que pretende ser un homenaje a la memoria de la "persona más importante de la disidencia" cubana.
"YO NO SOY LIBRE"
Carromero ha explicado que viajó a Cuba "para ayudar a la disidencia" y acabó viéndose envuelto en una "operación cuyo objetivo era que desaparecieran los líderes de la oposición". Han pasado dos años desde entonces pero considera que todavía sigue sin ser libre, como lo demuestra la pulsera telemática que lleva en su tobillo. "Controla mis horarios, restringe mi libertad. Yo no soy libre, estoy cumpliendo una condena cuando soy inocente", ha remarcado.
La familia de Payá ha mostrado en todo momento su apoyo a Carromero y ha corroborado, punto por punto, su versión de lo que ocurrió en Cuba, además de pedir su indulto. El secretario general de NN.GG. Madrid ha añadido durante la entrevista que a día de hoy, y ya en España, sigue circulando " mucha información publicada tergiversada", como lo referido a la caducidad de su carné de conducir. "Seguía en vigor hasta octubre y esto fue en julio", ha aseverado después de apuntar que, "como no pudieron acabar con el mensaje, querían acabar con el mensajero".
Ángel Carromero ha dado cuenta de los horrores que vivió durante cinco meses en cárceles cubanas, malviviendo en calabozos "en los que no había las más mínimas condiciones higiénicas", plagados de insectos y de donde sólo le sacaban "cada dos o tres semanas" cuando en cualquier penal español los presos salen de sus celdas cada día. Encerrado en una que los cubanos llamaban 'Cien y se acabó', cree que las autoridades cubanas demostraron una "inquina especial" contra él "por ser político e ir a ayudar a la disidencia".
También ha relatado que durante meses no pudo contar su versión de los hechos ya que en todo momento estaba rodeado de militares, a lo que ha añadido que se vio obligado a grabar el vídeo que hizo en la isla una vez detenido.
"MONTAJE"
La grabación está plagada de mensajes ocultos que ha ido desvelando, como el uso de la expresión "accidente en tránsito", un modismo latinoamericano que un español nunca emplearía y que demuestra que se vio forzado a leer un texto. "Hacía lo que decían o igual hoy no estaría aquí", ha manifestado. Otro ejemplo con el que quería demostrar que el vídeo iba a ser editado y cortado según los intereses de las autoridades cubanas era el hecho de "abrochar y desabrochar los botones del polo, para que se viera que era un montaje".
Sobre el silencio del activista finlandés Aron Modig, que viajaba en el coche siniestrado, Ángel Carromero ha declarado que "lo fácil" es decir que iba dormido y que no se enteró de nada. "Se escuda en que iba dormido y no recuerda nada. Después ha estado conmigo y con la familia de Payá y tengo respeto por lo que dice pero es lo fácil", ha declarado. Modig salió de la isla la misma semana de la detención de Carromero y lo hizo sin testificar.
