Casi la mitad de los presos de las cárceles madrileñas es extranjero, 12 puntos más que la media nacional, según Acaip

Actualizado: viernes, 5 septiembre 2008 20:24

Meco es la prisión de la región más hacinada, con más de 2,5 presos de media por cada plaza

MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -

El 46,45 por ciento de los reclusos encarcelados a 1 de julio de 2008 en las prisiones de la Comunidad de Madrid es extranjero, un punto más que a principios de 2008 y 12 puntos más que la media nacional, según un informe elaborado por la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip).

Concretamente, en las prisiones de la región residen actualmente 8.940 personas, de las que 4.153 no tienen nacionalidad española. En la última década la población reclusa en general y la inmigrante en particular ha aumentado sobremanera. Así, a principios del año 2000 las cárceles madrileñas albergaban 6.000 presos, de los que el 27 por ciento eran extranjeros.

No obstante, la comunidad que más presos extranjeros recoge es Castilla y León, con el 58 por ciento del total, seguida de la Ciudad Autónoma de Melilla, con poco más de la mitad. Las regiones con más reclusos españoles porcentualmente son en la actualidad Asturias, donde representan el 81,6 por ciento, seguida de Andalucía, con el 79,46 por ciento.

Concretamente, en la Comunidad de Madrid, el penal Madrid V de Soto del Real tiene un 63,78 por ciento de su población extranjera, lo que lo convierte en el quinta con menos número de nacionales de España. Le sigue la de Madrid III de Valdemoro, donde el 60,31 por ciento en inmigrante; el módulo de Mujeres de Madrid, con el 54,42 por ciento; Madrid II de Meco, con el 45,97 por ciento; y Madrid VI de Aranjuez, con el 38,52.

Entre los extranjeros, las nacionalidades mayoritarios son los marroquíes, que representan el 23,86 por ciento; los colombianos, con el 11,19 por ciento; los rumanos, con el 8,56 por ciento; y los argelinos, con el 5,07, según las estadísticas de las cárceles de toda España facilitadas por Acaip. Las nacionalidades que más han aumentando en los últimos ocho años son la marroquí, con 3.222 presos más; seguido de la rumana, con 1.787 reclusos más; y la colombiana, con 1.319 más.

CÁRCELES MASIFICADAS

El estudio realizado por el sindicato de prisiones Acaip revela también que las cárceles de la Comunidad de Madrid albergaban 18 presos más que a principios de 2007 y "siguen masificadas", ya que se encuentran a más del 150 por ciento de su capacidad.

Los siete centros penitenciarios de la Comunidad de Madrid cuentan con 4.684 celdas, diseñadas en su origen para dar cabida a un solo recluso, pero luego fueron adaptadas por las necesidades para ser compartidas. La situación más preocupante es la que se registra en los centros penitenciarios de Meco y Navalcarnero, en las que la tasa de hacinamiento es mayor, según las estadísticas que maneja Acaip.

Así, la prisión Madrid II de Meco albergaba a finales de agosto de esta año 1.104 prisioneros, cuando dispone sólo de 430 celdas funcionales, por lo que su tasa de hacinamiento es del 256,74 por ciento. A distancia se sitúa el presidio de Navalcarnero, donde viven 1.398 internos en 750 celdas funcionales, por lo que su tasa de hacinamiento es del 186,40 por ciento. Le sigue la cárcel del Soto del Real, con 1.866 presos para 1.008 --185,12 por ciento de hacinamiento--; y la de Valdemoro, con 1.308 presos para 712 plazas --183,71 por ciento de tasa de hacinamiento--.

El único centro de la región donde no hay problemas con las plazas disponibles es en Madrid I, la prisión de mujeres, que tiene 456 celdas.

Los sindicatos de prisiones vienen denunciando desde hace varios años la difícil situación por la que atraviesa el sistema penitenciario español. Se quejan no sólo del problema de falta de espacio, sino también de los problemas de convivencia que esto genera.

Además, añaden, que el aumento de presos no ha sido acompañado en proporción de uno de funcionarios, lo que propicia que se den situaciones como que grupos de hasta 300 reclusos tengan que ser controlados por un sólo vigilante, según denunciaron los sindicatos.