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MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
El equipo directivo de la fábrica de Cementos Portland Valderrivas ha señalado que la ausencia de obras provoca que "el consumo de cemento per capita se sitúe en los mismos niveles per cápita que en los años 30" y ha pedido al consejero de Economía y Hacienda, Percival Manglano, que les ayude con los trámites necesarios para ahorrar gastos energéticos en el proceso de producción.
El adjunto de la presidencia de Cementos Portland Valderrivas, José María Aracama, ha asegurado, durante la visita que el consejero ha realizado a la cementera El Alto, que las fábricas están trabajando "al 30 por ciento de su capacidad" y ha comparado la cifra "récord de consumo" del año 2007, que fue de 57 millones de toneladas, con la actual, que se ha reducido hasta los 14 millones de toneladas.
Asimismo, el adjunto ha señalado que el mercado del cemento en Madrid está "por debajo del millón de toneladas", mientras que la fábrica El Alto, la única que Cementos Portland tiene en la Comunidad, tiene una capacidad de producción que se sitúa "por encima de los tres millones".
En este sentido, ha destacado que "una de las mayores preocupaciones en el medio-largo plazo" de la cementera es "cuál es el futuro de la obra pública por parte de la Administración", debido a la paralización que la crisis ha producido en los diferentes proyectos.
UN ALTO COSTE ENERGÉTICO
Aracama ha destacado que, a pesar de haber realizado "ajustes de personal" y "ajustes de gastos", el "alto coste de la energía en España", que es el quinto país más caro, provoca que los costes energéticos supongan del 35 al 40 por ciento del coste total del cemento.
Además, Aracama ha señalado que "el Ministerio está pensando en reducir o eliminar en el medio plazo la interrumpibilidad", que permite a las empresas obtener un precio de la energía más bajo a cambio de que el Gobierno pueda interrumpir el suministro en caso de que se produzca un exceso de demanda o una bajada repentina en la producción.
Aracama ha señalado que eliminar o limitar la interrumpibilidad con el objetivo de combatir el déficit de tarifa sería "un mazazo mayúsculo" para el sector y para la empresa, en la que trabajan 150 personas de manera directa.
Asimismo, ha indicado que la cementera se encuentra "tramitando con la administración la valorización de residuos", un proceso que permite sustituir parte del combustible sólido de las fábricas de cemento, como el petróleo, por otros combustibles obtenidos de residuos, como la biomasa.
Aracama ha indicado que El Alto sufre un "desfase" respecto a otras empresas del grupo, que ya valorizan residuos "desde hace más de diez años", pues "todavía" se encuentra realizando "los trámites pertinentes para que la Administración dé su autorización" para el proceso.
"En el futuro no habrá ninguna cementera que sin valorizar pueda continuar trabajando por coste y porque desde el punto de vista medioambiental estaría en inferioridad de condiciones" ha indicado Aracama, señalando también su esperanza de que con la "ayuda del consejero" puedan legar "al nivel de otras cementeras europeas".
LA LABOR DE RECUPERACIÓN DEL TERRENO
Por su parte, Manglano, que además de visitar las instalaciones de la fábrica ha visto un ejemplo de voladura controlada de una pared de 157 metros, ha destacado "la labor de recuperación del terreno", que realiza la cementera dentro de la "normativa minera y medioambiental", a través de la plantación de pinos y olivos en diferentes fases.
El director de la planta, Luis Herreras, ha explicado al consejero las actuaciones de reforestación del suelo de la cantera y ha señalado que, además, la empresa apuesta por la "venta de tecnología" con la comercialización de patentes para tratar de obtener rentabilidad, a pesar de la caída del consumo.
Por último, Aracama ha explicado que el grupo ha intentado solucionar la situación haciendo que "trabajadores acepten una movilidad geográfica y una flexibilidad" que evite el cierre de las fábricas. La intención es que "cuando la situación económica mejore pueda atenderse la demanda desde las ocho fábricas", que Portland tiene en España, aunque, ha advertido que se producirán "unas paradas importantes dentro de la actividad de la compañía".
