COLMENAR VIEJO, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los alrededores de la Basílica de la Asunción de Nuestra Señora de Colmenar Viejo se transformarán mañana, a partir de las 18:30 horas, en la Palestina del Siglo I para ambientar uno de los acontecimientos culturales más importantes y esperados por los vecinos de la localidad y la comarca: el Belén Viviente, ha informado el Ayuntamiento.
El Belén está organizado por los miembros de la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora en colaboración con las Concejalías de Turismo y de Festejos del Ayuntamiento del municipio.
Se trata de un espléndido montaje, que este año cumple su XII Edición, en el que participarán en torno a cien figurantes y alrededor de medio centenar de personas de apoyo técnico y logístico.
Una de las singularidades de este Belén Viviente es que la inmensa mayoría de los participantes son vecinos de la localidad que, de forma completamente altruista, se convierten por un día en actores para sorprender a todos los visitantes que pasen por el recorrido del espectáculo.
Prueba de la ya enraizada implicación de muchas familias colmenareñas en esta representación es que no son pocos los abuelos, hijos y nietos de la misma familia que toman parte en ella. La edad, además, no es obstáculo ya que hay figurantes que rondan las 80 primaveras y niños de apenas 5 años.
Este año, los visitantes del Belén Viviente de Colmenar Viejo podrán ver un total de 15 escenas, desde la Anunciación de María hasta el Misterio, pasando por cuadros de panaderos, cesteros, molineros, bordadoras, portadores, etc.
Para hacer más rica y vistosa la recreación también se contará con animales, como caballos, ovejas, gallinas, cabras, burros, un pony y, cómo no, un buey y una mula para la escena del Nacimiento.
El Belén Viviente 2010 cuenta también este año con varias novedades con el fin de sorprender a los visitantes que ya hayan visto la representación en otras ediciones. Así, en esta ocasión, se han reubicado varios de los cuadros y se ha modificado el atrezzo de diversas escenas para hacerlas más llamativas al espectador.
Este año, además, se ha prestado especial atención a la iluminación y al vestuario, dos elementos clave que acentuarán aún más el realismo de la representación, la magia de un evento que narra algunos de los momentos principales del nacimiento de Jesucristo.
