MADRID, 31 Dic. (EUROPA PRESS) -
El último día del año no hay tiempo para la tranquilidad, y las calles y mercados de la capital se encuentran abarrotados de compradores que ultiman los preparativos para no dejar al azar ningún detalle en la cena de la noche más mágica del año.
Aunque muchos de los españoles ya tienen todo preparado para el menú de esta nochevieja, la falta de tiempo durante la semana lleva a muchas personas a dejar algunas de estas compras para el último momento.
En los mercados no se para de trabajar en este último día del año. Marisco, carne, pescado, todo vale para despedir el 2008 y comenzar el 2009 con el estómago lleno.
Aunque si hay algo que no puedo faltar en ninguna casa española son las doce uvas. El producto estrella de todas las navidades con el que los españoles dicen adiós al año que termina son requisito indispensable para tener una buena entrada en el 2009.
Es el caso de Jéssica, que tras comprar un kilo de esta popular fruta, aseguró que se come las doce "sólo por tradición" y negó que se guié por las supersticiones que rodean este día.
En declaraciones a Europa Press, Juan, tras comprar la lubina que cenará esta noche, señaló que ha dejado todo para el último momento porque sólo lo celebra con su esposa y no tiene "prisa". Muy cerca de él y esperando a que le atendieran se encontraba Pilar, que, algo malhumorada, se quejaba del precio de los productos y de la espera que estaba soportando.
Muchas compras que, a pesar de ser abultadas esta mañana de 31 de diciembre, a Pedro, pescadero de este mercado, le parecían pocas. "La gente prefiere venir más tarde, a última hora, pero aunque hay clientes, se nota la crisis", reconoció.
