Calvo asegura que el porcentaje mínimo del 75% reservado para residentes puede ampliarse hasta el 100% en caso de necesidad
MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
La labor de los controladores del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) de Madrid en las nuevas zonas de la ciudad en la que a partir de mañana, miércoles, entrarán en funcionamiento los nuevos parquímetros se dedicarán a realizar una labor informativa y pedagógica, aunque se seguirá multando a aquellos vehículos que aparquen en doble fila así como a los que reincidan dos días consecutivos en los aparcamientos reservados a residentes.
Así lo anunció hoy el concejal de Seguridad y Servicios a la Comunidad, Pedro Calvo, durante el debate de una moción de urgencia presentada por IU en la que instaba al Gobierno local a la suspensión de la ampliación del SER, que entrará en funcionamiento a partir de mañana, por considerar que la iniciativa "responde a criterios recaudatorios y no a las necesidades reales de los vecinos, circunstancia que ha originado una auténtica confrontación en las calles de la ciudad".
Calvo defendió los beneficios de un sistema que "ha conseguido descongestionar el tráfico, incrementar la rotación de vehículos, difundir una nueva mentalidad entre los usuarios del transporte privado y, al mismo tiempo, favorecer entre los ciudadanos el uso del transporte público". "Con una rotación media diaria de 2,7 vehículos, los parquímetros casi han triplicado la capacidad de aparcamiento en los barrios donde se han implantado desde el año 2002", precisó.
"Donde antes aparcaba un vehículo ahora lo hacen casi tres. Si lo concretamos en las plazas azules, son cuatro los automóviles que ahora pueden estacionar por uno que lo hacía anteriormente. En el caso de las plazas verdes la rotación se sitúa en 1,2 vehículos por día", continuó.
DESTINAR HASTA EL 100 POR 100 PARA RESIDENTES
Además, el edil popular aseguró que esta medida está concebida "con la suficiente flexibilidad como para tener en cuenta siempre las necesidades de los residentes". "De hecho ?dijo-- todos los porcentajes establecidos de reserva para plazas de residentes tienen carácter mínimo del 75 por ciento, pudiendo llegar a alcanzarse en algunos supuestos, en caso de considerarse necesario, hasta el cien por cien de las zonas sometidas a su regulación".
Recordó que el porcentaje medio del 76,7 por ciento de plazas reservadas a residentes "es muy superior" al de otras ciudades donde se ha implantado un servicio similar. En el caso de Barcelona, gobernada por los socialistas, la proporción es de 56,9 por ciento para residentes y 43,09 por ciento a visitantes. "Reconocerán al menos ?subrayó a los concejales de la oposición-- que nosotros somos, en todo caso, proporcionalmente menos injustos, incoherentes o indiscriminados que su propio partido".
RECAUDACIÓN
Durante su alocución, salió al paso de las críticas recibidas en relación con el "afán recaudatorio" de esta ampliación y manifestó que los ingresos obtenidos se dedicarán exclusivamente a pagar a las seis empresas concesionarias y el mantenimiento del servicio.
"El año pasado el coste rondó los 31 millones de euros mientras que los ingresos del Ayuntamiento eran de 45, es decir, el beneficio era de 14 millones. Las previsiones económicas tras la ampliación cifran el coste en 70 millones y los ingresos entre 85 y 88, es decir los beneficios oscilarán entre los 15 y los 18 millones de euros. ¿Ustedes creen que alguien pondría en marcha esta actuación y haría esta fuerte inversión, desde el punto de vista recaudatorio para, en el mejor de los casos, ganar 1 ó 3 millones más de euros?, se preguntó.
PARALIZACIÓN INMEDIATA
Por su parte, el concejal de IU Julio Misiego reiteró la paralización de la ampliación del SER y exigió al Ayuntamiento que abra un proceso de diálogo con los afectados para terminar "de una vez por todas" con esta conflictividad, porque, a su juicio, "al final esta situación va a poner en duda todo el sistema que funciona muy bien en otras partes de la ciudad, principalmente la almendra central".
En este sentido, acusó al Gobierno de Ruiz-Gallardón, y en especial a Pedro Calvo, "de creerse en absoluta posesión de la verdad y de no escuchar a la gente". "La ciudadanía de los nuevos barrios en los que se va a implantar el SER a partir de mañana percibe que este servicio está anclado en la lógica recaudatoria y no en la lógica de la utilidad pública", sentenció.
UN VELÁZQUEZ PARA PINTAR LAS CALLES
En la misma medida se manifestó el edil socialista Manuel García-Hierro, quien afirmó "no entender" cómo el concejal de Seguridad "no percibe una reacción alérgica de los vecinos a la ampliación de los parquímetros". Además, advirtió que esta iniciativa no se puede anular al ser adjudicada de urgencia y recordó que en con esta materia y conflictividad "no está en juego al unidad territorial, sino el bolsillo de los madrileños".
Finalmente, y ante el ritmo de ampliación del SER que lleva la Administración local, pintando medio Madrid de verde y azul, a lo que habrá que añadir el naranja de la carga y descarga, García-Hierro aconsejó al Ayuntamiento la contratación de un pintor de la talla de Velásquez. "Suspendan la ampliación porque es una auténtica chapuza y verán que los vecinos no protestan porque sí", puntualizó.
