Rogamos a nuestros abonados que sustituyan la anterior noticia por la que viene a continuación por un error en el nombre del director general de Carreteras.
MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Transportes e Infraestructuras sostuvo hoy que el mantenimiento de la M-45 es el correcto y que la riada de ayer en los alrededores fue consecuencia de los movimientos de tierra generados por las obras de la urbanización 'El Cañaveral', que provocaron un dique impidiendo que el agua corriese por las tuberías correspondientes, informaron a Europa Press fuentes de este departamento.
Las fuertes lluvias caídas durante la madrugada de ayer se cobraron la vida de una mujer de 55 años en la avenida de Vicálvaro, en Coslada, donde sus vecinos apuntaron que ya habían avisado en el Ayuntamiento de su localidad del aumento de pequeñas riadas en una zona de viviendas ilegales situadas al final de la calle.
Estos mismos vecinos junto con el propio concejal de Vías y Obras Públicas, Manuel Marín, llegaron a decir que la situación de la vía M-45, que pasa por la zona, pudo provocar la riada, y acusaron a la Comunidad de falta de mantenimiento de los colectores de la carretera.
Así, el director general de Carreteras, Borja Carabante, se acercó hoy hasta la zona y pudo confirmar que no se trataba de lo que apuntaban las primeras hipótesis. De hecho, aseguró que todo "funcionó perfectamente" y que la empresa concesionaria encargada de los trabajos de mantenimiento, Concesiones de Madrid S.A., los revisa habitualmente cada año.
Según informaron las mismas fuentes, en el punto donde se provocó la riada, hay dos tuberías por las que pasa el agua debajo de la carretera, "que funcionan perfectamente desde que se terminó su construcción en 2002". Estos tubos hacen que la carretera sea permeable y evitan que se hagan diques a los lados.
Sin embargo, los movimientos de tierra originados por las obras de la urbanización 'El Cañaveral', dirección Madrid, generaron un dique que obstaculizó uno de los tubos, lo que provocó que este "no funcionara al cien por cien" y el agua se fuera por el otro tubo.
"La carretera drena perfectamente", aseguraron, al tiempo que destacaron que el problema fue el "taponamiento" de uno de los tubos que provocó la salida de la agua hacia el otro, que, a su vez, transportó más agua de su capacidad.
Por otro lado, recordaron que la M-45 no vierte sólo agua en dirección a Coslada, sino que la vía tiene distintas canalizaciones para que el agua vaya por debajo de la carretera y en los bordes en paralelo y se pueda desviar hasta el Río Jarama, también próximo a la hora.
Asimismo, indicaron que si la propia carretera hubiera hecho un dique, la corriente de agua hubiera pasado por encima, cosa que no ocurrió, "lo que demuestra que los tubos están bien y funcionan como deben a pesar de la barrera de tierra que había delante de uno de ellos y que obligó al otro soportar más presión de lo habitual".
