MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -
Los policías locales que pertenecían al denominado 'El Bloque', de los que doce cumplen prisión preventiva por su presunta vinculación a la trama de corrupción policial en Coslada, se distanciaron en los últimos meses del oficial jefe Ginés Jiménez Buendía para hacer frente a las coacciones, amenazas y represalias a las que les sometía si no comulgaban con sus órdenes.
Semanas antes de que se iniciara la 'Operación Bloque', los subordinados de Ginés decidieron desentenderse de sus tropelías y hacer "una piña" para salir airosos de los constantes ataques psicológicos del 'Sheriff', quien les represaliaba, por ejemplo, con los peores turnos. "El Bloque estaba más unido que nunca para ir en contra de su superior", reveló a Europa Press el abogado Alberto Fernández-Palacios.
Pese a sus tiranteces, el presunto cabecilla de la red mafiosa y los hombres agrupados bajo el apelativo de 'El Bloque' conviven ahora a escasos metros en el centro penitenciario de Alcalá-Meco, en el modulo destinado a los funcionarios. En la cárcel, los agentes comparten celdas de dos en dos, mientras que Ginés está en una individual.
Aunque sus subordinados apenas le dirigen la palabra, mantienen "un trato correcto" hacia él porque "todavía sigue siendo su jefe", apuntó el letrado, que representa a Carlos M.G., la mano derecha de Ginés. El abogado visitó en las últimas horas a su cliente, quien le contó la situación de aislamiento por la que atraviesa el líder de la supuesta banda criminal.
Cuando acudieron a los Juzgados de Plaza de Castilla para la ratificación de las prisiones, la mayoría de los policías imputados culparon a Ginés de su implicación en la trama corrupta. "Llevo 30 años en Coslada y cuando tenía 10 ó 15 años ya le tenía miedo a Ginés", sentenció Fernando J.M., uno de los encarcelados.
