Denuncian que les prohíben ver a sus familiares en la residencia pública Nuestra Señora del Carmen pese a la fase 2

Una gerocultura ayuda en el traslado a un residente durante el primer día de visitas en la Residencia Centro Casaverde Navalcarnero.
Una gerocultura ayuda en el traslado a un residente durante el primer día de visitas en la Residencia Centro Casaverde Navalcarnero. - Marta Fernández - Europa Press
Publicado: miércoles, 17 junio 2020 18:46

MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -

Familiares de usuarios de la residencia pública Nuestra Señora del Carmen, en la que viven más de 300 mayores, han denunciado este miércoles que les prohíben visitarlos pese a que lo contempla, con una serie de restricciones, la fase 2 de la desescalada de la crisis del coronovirus en la que se encuentra la región desde el 8 de junio.

En este geriátrico, situado junto a la Universidad Autónoma de Madrid en Cantoblanco, dependiente de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS), han muerto unas 160 personas desde el inicio de la pandemia, indican las mismas fuentes. A día de hoy hay varios mayores que han dado positivo por coronavirus, razón que esgrime la dirección a los familiares para no permitirles las visitas.

Ha sido el caso de Cuca, una mujer de 84 años que lleva diez años en esta residencia. Desde hace 100 días no ha podido ver a ningún familiar, solo ha hablado por teléfono con su hija Eva periódicamente.

"Pasados nueve días desde la entrada en fase 2 en Madrid, aún no se han definido y establecido los protocolos y medidas oportunas para que los mayores puedan ejercitar su derecho constitucional de reunión y visita de familiares bajo condiciones de seguridad sanitaria pertinentes. En esta residencia no tenían idea hace 3 semanas, ni hace 2, ni la semana pasada, de ningún plan de acción para que los mayores puedan empezar a recibir visitas. El lunes me dijeron que se están acordando en este momento los procedimientos para poder visitarles, pero no será, probablemente, ¡antes de 2 semanas!", exclama.

Por eso, los familiares de Cuca tomaron ayer la determinación de sacarla de esta residencia pública y trasladarla a un piso, donde está cuidada con sus hijas. Eva asegura que pese a lo que marca el protocolo de salida, no le realizaron ninguna prueba a su madre antes de salir del centro.

Pero no se arrepiente de su decisión, ya que comprobó que el estado de aislamiento ha pesado sobre la salud física y cognitiva de su madre, que está mucho más delgada, tiene más demencia y su mirada "está perdida"; unos efectos que "pueden ser tan graves a medio plazo como el Covid a corto".

Además, en este caso han interpuesto una reclamación ante la dirección del centro, en la que critican que actualmente "no existe un plan sanitario lo suficientemente detallado que permita obtener la información necesaria que identifique la situación sanitaria de cada mayor (PCR y test serológico) de manera que pueda organizarse el centro de manera razonable con las acciones de respuesta adecuadas ante nuevos casos, sin atacar de nuevo la parte más vulnerable de la sociedad: nuestros mayores y dependientes".

Los familiares de Cuca han resaltado también "los comportamientos ejemplares de entrega y dedicación" de los empleados de esta residencia "ante la ausencia de medios materiales" y de un dirección pública autonómica y estatal "responsables de al menos una incapacidad manifiesta para defender los intereses de la población más vulnerable".

Por todo ello, solicitan la inmediata creación de un grupo de trabajo urgente que organice la realización de visitas familiares al centro con las medidas de prevención sanitaria oportunas; la definición de protocolos sanitarios y organizativos de la residencia en función de test de detección a residentes y personal y el análisis de medidas a adoptar en cada escenario de riesgo; la dotación de los medios materiales sanitarios precisos para la gestión de los protocolos; y la realización de una auditoría interna de depuración de responsabilidades y lecciones aprendidas.

Fuentes de la Consejería de Políticas Sociales, Igualdad, Familias y Natalidad han explicado a Europa Press que son varias las residencias que por casos positivos de Covid-19 no están recibiendo a familiares para "garantizar la salud y la seguridad" de los propios usuarios.

Y confirman que están aflorando casos de coronavirus en los geriátricos debido a los PCR masivos que se están realizando con el objetivo de conocer lo que ocurre en su interior "y tomar todas las medidas oportunas". De hecho, en la residencia Nuestra señora del Carmen realizarán en unos días test a todos los usuarios y ya han recibido a un equipo formado por médicos de Atención Primarias, Salud Pública y geriatras.

EL PROTOCOLO DE LA FASE 2

Según el plan de desescalada en residencias madrileñas, al que ha tenido acceso Europa Press, podrá haber visitas de familiares semanales o 1 por residente (preferiblemente siempre el mismo) si bien el número de visitantes podrá ampliarse a dos cuando uno de los visitantes requiera de la ayuda de una tercera persona, para aquellos residentes que estén asintomáticos los 14 días previos en espacios designados en la anterior fase, con las medidas de seguridad e higiene determinadas por las autoridades sanitarias.

Estas visitas se realizarán mediante cita previa y durarán media hora como máximo. El familiar que realice la visita tendrá que cumplir con las instrucciones comunicadas por el centro. Para ello deberá venir provisto de los equipos de protección que le indique el centro a la hora de concertar la cita. Además, se realizará un cuestionario de idoneidad del visitante, telefónico o telemático, de carácter vinculante, como declaración de buena voluntad sobre el estado de vulnerabilidad del familiar, así como del compromiso de no presentar sintomatología de riesgo para Covid-19 o de encontrarse inmerso en estudio de contacto o de ser caso aún con restricciones de aislamiento.

El geriátrico deberá llevar un registro de las visitas. Cada centro debe habilitar un espacio concreto y aislado del centro, preferiblemente al aire libre, que cuente con dispositivos de toma de temperatura a la entrada, desinfección e higienización, puesta de equipos de protección individual (EPIs) y mamparas para que las visitas que se puedan establecer se realicen con garantías. Este espacio debe contar con cubo de basura, si fuera posible con sistema de apertura con pedal, una caja de pañuelos desechables, gel hidroalcohólico, etcétera.

El espacio ha de tener los mínimos elementos imprescindibles y de fácil desinfección (sillas de material plástico, evitar elementos de tela, evitar cortinas...) para que, tras su uso por un residente y su familiar, y previo a un nuevo turno de visitas, se proceda a una desinfección rápida y segura. Tanto el residente como el visitante portarán en todo momento mascarilla quirúrgica y mantendrán la distancia de seguridad evitando el contacto físico. No se entregará material al residente. En caso de ser necesario, debe ser el personal del centro el que lo reciba y proceda a la desinfección de la superficie.