MADRID, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las celebraciones del domingo y el lunes por la victoria de la Selección española en la final del Mundial de Sudáfrica se han saldado finalmente con la desaparición de una mano y de una espada de las figuras ornamentales de la peana del monumento de Colón, en la plaza madrileña del mismo nombre.
El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, había informado el martes de que el comportamiento cívico que caracterizó la celebración del triunfo tuvo "algunas excepciones", que se saldaron con algunos desperfectos en varias estatuas de la zona.
Tras realizar un estudio exhaustivo de todas las esculturas que pueblan los paseos de la Castellana y de Recoletos, fuentes del área de Gobierno de Las Artes han puntualizado a Europa Press este miércoles que finalmente sólo son dos de las figuras ornamentales de la peana donde se asienta Colón las dañadas por actos vandálicos.
En concreto, el heraldo ubicado en la esquina sureste del pedestal --el que mira hacia la Biblioteca Nacional-- ha sufrido la "rotura y sustracción del brazo derecho a la altura de la manga, y del cetro que sostenía".
Además, al heraldo ubicado en la esquina noreste --la que mira hacia el Hard Rock Café-- también le rompieron y sustrajeron "la parte inferior de la espada que llevaba colgando del cinto". Asimismo, también se detectaron pintadas en algunos otros monumentos, que ya han sido limpiados.
"El área de Las Artes ha iniciado ya las labores de documentación y planificación para la reconstrucción de ambas figuras", han asegurado las mismas fuentes.
Con respecto a las primeras informaciones, que ayer apuntaban que la escultura a Juan de Valera del paseo de la Castellana también presentaba desperfectos, desde Las Artes han asegurado a Europa Press que "no ha sufrido ningún daño" y han aclarado que "la parte de un libro que se decía que había sido arrancada, en realidad forma parte del monumento y se encuentra en su posición original", en el suelo junto a la figura.
Los daños se han producido a pesar de que el Ayuntamiento de Madrid valló la fuente de Colón, lo mismo que otras fuentes emblemáticas como la Cibeles o Neptuno, tanto el día de la final como para las celebraciones del lunes. Sin embargo, en ambas ocasiones los aficionados consiguieron derribar las vallas y saltar dentro de la fuente, encaramándose o sentándose en su peana.
