MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha desmantelado una red especializada en el robo y posterior falsificación de recetas médicas, y ha descubierto un entramado que adquiría medicamentos en farmacias que sólo pueden ser dispensados con receta y el sello de un facultativo médico, según informó hoy la Benemérita.
Las investigaciones remontan al verano, cuando la Consejería de Sanidad de la Comunidad, en el marco de las actuaciones desarrolladas en el Plan de Inspección para la Prestación Farmacéutica, puso en conocimiento del SEPRONA que se había detectado la dispensación de recetas falsificadas en diversos puntos de la región.
Así, los Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza iniciaron una investigación en la que localizaron diversas denuncias de sellos médicos y de recetas, las cuales pertenecían en todas las ocasiones al régimen de pensionistas de la Seguridad Social.
Gracias a las informaciones obtenidas, se inició la fase de explotación de este operativo, el cual culminó con la detención de cinco personas y la imputación de una sexta por su presunta implicación en delitos contra la salud pública y estafa, logrando recuperarse además tres sellos de facultativos médicos, 40 recetas que figuraban denunciadas como sustraídas, de una partida de 593, y más de un centenar de comprimidos de trankimacín.
Una vez culminada esta operación, se puso en marcha una segunda fase, desarrollada por las Patrullas Urbanas del Servicio de Protección de la Naturaleza, quienes lograron detener a seis personas más, interviniendo dos sellos médicos, más de 60 comprimidos de trankimacín y cerca de medio centenar de recetas médicas sustraídas.
La tercera y última fase se centró en localizar a dos personas reincidentes en este tipo de delitos y que, tras ser detenidas y puestas a disposición de la Autoridad Judicial competente, han ingresado en prisión.
Esta intervención culminó, además, con la intervención de cinco sellos pertenecientes a distintos médicos, más de 3.500 comprimidos de trankimacín, rubifen, tranxilium y rohipnol, así como la localización de más de 400 recetas y diversa documentación falsificada utilizada para la adquisición de los medicamentos.
El método de actuación era en todos los casos similar. Alguno de los detenidos visitaba las consultas médicas, aprovechando cualquier descuido del facultativo para sustraer las recetas y los sellos médicos. Posteriormente, colocaba el sello y falsificaba la firma, utilizando incluso documentación falsificada que había sido previamente sustraída.
Por último, acudían a las farmacia, y frecuentaban lugares distintos para no llamar la atención y no ser descubiertos. Después de la adquisición de los medicamentos, estos eran destinados bien a consumo propio o, lo más habitual, a la venta entre sus conocidos.
La red desmantelada vendía cada sello estampado por unos 500 euros, mientras que cada receta que vendían con un sello estampado y lista para la adquisición del medicamento les suponía un beneficio que podía oscilar entre los 20 y los 30 euros.
El estudio realizado por los agentes, en relación a la estafa que pudieran haber ocasionado a la Administración Pública, podría suponer unos 250.000 euros.
