Fachada de los juzgados de Colmenar Viejo (Madrid) donde la Comunidad de Madrid realiza mediciones de gas radón.
Fachada de los juzgados de Colmenar Viejo (Madrid) donde la Comunidad de Madrid realiza mediciones de gas radón. - Jesús Hellín - Europa Press
Publicado: miércoles, 31 julio 2019 9:30

La Comunidad mejorará los sistemas de ventilación del edificio y pedirá actualizar el informe de salud laboral de 2017

MADRID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Comunidad de Madrid ya cuenta con los datos preliminares de las mediciones de gas radón que ha realizado una empresa externa en los juzgados de Colmenar y que arrojan niveles mínimos en la planta baja, donde se encuentran trabajando los funcionarios, mientras que algo superior a lo permitido por la normativa en la cámara hueca sin acceso al público, donde se halló la piedra de granito oculta desde hace 15 años.

Así se desprende del primer informe elaborado por la Consejería de Justicia de la Comunidad, al que ha tenido acceso Europa Press, que recoge, concretamente, que en la planta baja del juzgado 3 y en la sala de bodas, los muestradores semanales oscilan entre los 56 (sala de bodas) y 62 becquerelios por metro cúbico (Bq/m3) --en la zona de secretaría del juzgado--.

Esto es cinco veces por debajo del límite máximo que establece la normativa nacional para los espacios de uso público de larga distancia. En concreto, el Real Decreto 783/2001 e Instrucción ISS-33 del Consejo de Seguridad Nacional establecen unos límites de 600 Bq/m3 en general y de 300 Bq/m3 para zonas de uso público de larga estancia.

Por otro lado, la directiva 2013/39 de la Comunidad Europea de la Energía Atómica recoge un límite de 300 Bq/m3 mientras que la norma UNE 171330-2 establece un límite de 200 Bq/m3, según han destacado a Europa Press fuentes de la Consejería que dirige Yolanda Ibarrola.

Donde sí se han encontrado niveles más elevados es en la propia cámara hueca que se encuentra en la base del edificio, a la que no tienen acceso las personas y que es la zona que está más cerca del foco de emisión del gas radón --el gas procede del propio suelo de la zona, que es granítico--. En este punto, se han medido 653 Bq/m3, lo que se traduce en que se supera el nivel máximo en un 8 por ciento, dado que el límite que recoge la normativa es de 600 Bq/m3 en zonas sin uso público.

Como recoge la Consejería, esta zona es la "más desfavorable" por su nivel de ventilación y por la cercanía al foco, a lo que se añadiría, según las mismas fuentes, que la medición se ha hecho en verano, "el peor momento del año para hacerla ya que los niveles de gas radón que se registran son siempre superiores a los que existen realmente de media".

Con estos datos preliminares, la Consejería entiende que son "tranquilizadores" y confirman que "no existe ningún riesgo para la salud de quienes trabajan en los juzgados o de quien tiene que acudir a ellos". Además, considera que ratifica que la filtración de gas radón desde el suelo hasta las zonas públicas y de trabajo es "irrelevante" para la salud.

MEJORAR LOS SISTEMAS DE VENTILACIÓN

Ante esta situación, la Consejería va a mejorar los sistemas de ventilación de todo el edificio pero no va a proceder a desalojar el inmueble, tal y como solicitó en un principio CCOO, que había pedido sacar a los trabajadores de allí, alertados por doce casos de cáncer entre los funcionarios en los últimos años.

La Consejería de Justicia asegura que "mantiene su compromiso con la salud y seguridad de los empleados públicos al servicio de la Administración de Justicia y de los ciudadanos" que acuden a los juzgados y ""no va a frivolizar con un "tema sensible y que puede dar pie a alarmas innecesarias".

Por eso, ha incidido en que "va a seguir actuando con responsabilidad y transparencia, adoptando las medidas que sean necesarias y siempre a partir de datos contrastados". De ahí que la Dirección General de Infraestructuras Judiciales vaya a mejorar los sistemas de ventilación del edificio, "lo que reducirá al mínimo la concentración de gas radón en la cámara hueca de la base del edificio", entienden.

Asimismo, tal y como explicaron hace dos semanas, "va a continuar con las mediciones un mínimo de 3 meses para tener datos más definitivos y significativos, a los que se aplique una corrección estacional para eliminar el 'efecto verano'".

Por otro lado, ha solicitado una actualización del informe de Salud Laboral realizado en 2017 sobre varios casos de cáncer entre funcionarios de estos juzgados. Este informe ya concluyó que los cinco casos de cáncer detectados en funcionarios de los juzgados de la planta baja del edificio ni están relacionados entre sí ni tienen una causa vinculada al centro de trabajo.

Según se desprende del documento fechado en abril de 2017 sobre la evaluación inicial de riesgos laborales de los Juzgados de Colmenar Viejo, el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Comunidad de Madrid constató que no hay "riesgos específicos" relacionados con la aparición de patologías, cáncer e ictus de las trabajadoras de estos tribunales.

En concreto, se señalaban cinco casos de mujeres con cáncer diagnosticados entre agosto de 2013 y marzo de 2017 en los Juzgados de Colmenar Viejo, concretamente tres de cáncer de mama, un linfoma no Hodgkin y un cáncer de colon. "No aparecen datos de exposición a factores de riesgo para el desarrollo de tumores", subrayaron.

MEDICIONES POR EMPRESA ESPECIALIZADA

Las mediciones que ha encargado el Gobierno regional corren a cargo de una empresa especializada en trabajos de control de calidad de aire interior, con cerca de 25 años de experiencia. Ésta ha instalado medidores de radón en dos ubicaciones de la planta baja de la sede judicial de Colmenar Viejo, sobre la citada cámara hueca y en las que hay presencia de trabajadores y público (zona de secretaría del Juzgado número 3 y sala de bodas).

También ha instalado medidores en la cámara hueca de la base del edificio, a la que no acceden personas y que está más cerca del foco de emisión de gas radón, que procede del afloramiento de granitoides bióticos típicos de la zona y emplazados en el suelo.

Estos medidores recogen muestras a corto plazo (semanales) y para un periodo de 3 meses. "Esta muestra más extendida en el tiempo permite obtener un nivel más acorde con la media de concentración de radón a evaluar, teniendo en cuenta las correcciones estacionales que deban realizarse", han indicado desde la Consejería.

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