El dueño del taxi del conductor degollado cuestiona que éste discutiera con su agresor por no pagarle

Actualizado: lunes, 6 julio 2009 14:30

MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

El dueño del taxi que conducía Daniel Aníbal Aguilera, quien murió degollado el 19 de octubre de 2007 en el distrito de Hortaleza, cuestionó hoy en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid que éste discutiera con su agresor por no pagarle la carrera.

"Era una persona tranquila que solía aconsejar a sus compañeros que no se opusieran a entregar el dinero si eran víctimas de un atraco", manifestó el testigo, quien recalcó que Aguilera era una persona que se dedicaba a trabajar "lo máximo posible para comprarse una casa".

El jefe del taxista asesinado puso en duda así la versión del acusado Omar E.D.N., de 24 años, quien sostiene que forcejeó con el agredido después de que éste le comentara que no tenía dinero para pagarle la carrera. El procesado admitió el pasado jueves que tenía intención de atracarlo, pero que se echó para atrás cuando se percató de que el taxista era "un conocido" del barrio.

De igual modo, la pareja del asesinado señaló al tribunal que Aguilera era "una persona muy tranquila" que solía opinar que "no valía la pena" ofrecer resistencia si era atracado. "Me extraña que discutiera con su asesino", manifestó.

Omar E.D.N. se enfrenta a una petición fiscal de 18 años de prisión por un delito de homicidio y cinco de robo con violencia. La acusación popular, que representa al gremio de los taxistas, solicita 15 años de cárcel, mientras que su defensa 3 años de prisión por homicidio imprudente. El fiscal reclama que indemnice con 200.000 euros a la pareja sentimental del fallecido y con 80.000 euros a la hija que tenían en común.

CON LA IDEA DE ATRACARLO

En su declaración, el procesado relató que tomó un taxi a las 23.10 horas de ese día, con "la intención de atracarlo". Sin embargo, enseguida se percató de que su cara le sonaba del barrio, desechando la idea del robo. Le pidió entonces que le llevara a su domicilio. Una vez en el destino, éste le manifestó que no tenía efectivo para pagarle y que esperara para conseguir el dinero de sus familiares.

"Se puso bravo, muy nervioso. Empezamos a discutir y a forcejear. Saqué la navaja. Me la quitó y me cortó en la mano. La navaja se cayó y la cogí. Le vi sangre en la mejilla, pero no sabía si era suya o mía", esgrimió. Según su versión, el taxista le abrió la puerta en un momento del forcejeo para que se fuera. "Chaval, vete de aquí", le espetó la víctima.

El procesado relató que salió corriendo asustado, si tener constancia de que le había malherido. "No sabía que le había cortado en el cuello. Le vi sangre, pero pensé que podría ser mía", recordó. Tras ello, contó, se dirigió a casa de un amigo para limpiarse al estar cubierto de sangre. A continuación, se deshizo de la navaja y de la ropa.

Narró que varios conocidos le comenzaron a mandar mensajes por el móvil para preguntarle donde había estado esas horas y si tenía algo que ver. Los días siguientes se quedó pendiente de la televisión hasta que un día difundieron su imagen. Entonces, decidió entregarse en la comisaría de Hortaleza. "Fui a comisaría porque me vi en televisión", admitió.

Según el fiscal, el supuesto agresor se hallaba como pasajero en el taxi que conducía Aguilera, quien trabajaba como empleado del dueño del vehículo. A la altura del número 90 de la calle Gomeznarro, el procesado esgrimió un arma blanca que llevaba oculta y exigió al taxista la entrega inmediata de la recaudación.

Como éste se opuso a su voluntad, le atacó reiteradamente con el arma en la cara y en el antebrazo, hasta que le apuñaló en la base del cuello, seccionándole la yugular. El hombre murió desangrado.

A continuación, el acusado sustrajo la cantidad de 74,60 euros a que ascendía la recaudación y se dio a la fuga. Días más tardes, el presunto agresor se presentó en la comisaría de de Hortaleza, donde fue detenido.