Ecologistas alerta de que la reserva natural del Mar de Ontígola "está condenada" a desaparecer

Actualizado: miércoles, 16 julio 2008 20:45

MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

El portavoz de la Comisión de Medio Natural de Ecologistas en Acción, Jesús Sánchez, indicó hoy que la reserva natural El Regajal-Mar de Ontígola "está condenada a desaparecer" debido a su proximidad a muchas infraestructuras que atraviesan la zona y que están dañando el entorno.

Esta reserva natural es un pequeño espacio protegido de sólo 629,21 hectáreas, que, según la ONG, tiene un valor excepcional desde el punto de vista faunístico. Se compone de dos enclaves, el Mar de Ontígola, una zona humedad de origen artificial con abundante avifauna, y El Regajal, un área rica en valores botánicos y entomológicos, pues en ella habitan especies de mariposas endémicas muy amenazadas.

Sánchez explicó que salvo la laguna grande del Mar de Ontígola y su inmediato entorno, "el resto está en un estado de deterioro bastante desastroso y lamentable". "Hay abandono de basuras", matizó, al tiempo que resaltó que la 'laguna chica' (la otra parte del Mar de Ontígola) "está desecado, con la vegetación quemada alrededor".

Asimismo, apuntó que la zona está atravesada por todo tipo de infraestructura. "Lo atraviesa la Radial 4 que se está haciendo, la línea de AVE Madrid-Valencia-Murcia que también está en construcción, y la Nacional IV", señaló el ecologista, quien aseguró que se trata de un cruce de infraestructuras "bastante grande" donde hay, incluso, algún oleoducto.

Además, señaló que también en el monte más inmediato, el cerro del Pinar de los Frailes, que está pegado al Mar de Ontígola, "está lleno de basuras abandonadas y de carteles de publicidad" además de tener planificadas unas edificaciones allí. "Algo completamente incompatible con la conservación de ese medio que, además, es muy pequeño, muy frágil", subrayó.

DEFICIENCIAS EN EL MONTE ABANTOS

Por otro lado, señaló que en el Monte Abantos, que sufrió un fuerte incendio hace casi una década, las repoblaciones no han funcionado "demasiado bien", y aunque se ha recuperado la zona después del incendio, "aún hay bastantes deficiencias", añadió.

"Dentro de lo malo, el grave problema es la urbanización irregular o poco controlada del espacio del monte", apuntó Sánchez, quien explicó que se dio carta blanca a una urbanización que ya estaba aprobada con anterioridad al incendio pero en vez de haberse paralizado o eliminado, se mantuvo porque legalmente no se podía hacer de otra manera aunque sí que se consiguió reducir esa urbanización.

No obstante, señaló que hay otras zonas de urbanización en la parte alta del municipio en San Lorenzo de El Escorial "que están demasiado metidas dentro del Monte Abantos, superpuestas a la zona protegida y que deberían regularse e incluso pararse". Así, destacó que una de las principales amenazas es la duplicación de la carretera que va desde Guadarrama hasta San Lorenzo de El Escorial, "que se está convirtiendo en autovía y tiene planificadas una serie de urbanizaciones en sus márgenes, como ocurre casi siempre".

"Estas van a estar al pie, pegaditas al espacio protegido. De nuevo, el efecto de amurallamiento en un espacio porque no se deja una zona de transición que amortigüe los impactos urbanos sobre estas zonas", sentenció.