El Gobierno central cree que el esquema de rutas aéreas de Barajas es el que ofrece "una mejor respuesta medioambiental"

Actualizado: miércoles, 4 enero 2006 19:57

MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno central sostiene que el actual esquema de rutas aéreas del aeropuerto de Barajas es el que "mejor respuesta medioambiental aporta en términos de afección general" y asegura que la entrada en operación de la nueva pista 18-36, paralela a la actual, permitirá "una reducción de las operaciones" sobre el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y sus municipios aledaños.

En una respuesta escrita a la diputada del Partido Popular (PP) Teresa de Lara, a la que tuvo acceso Europa Press, el Ejecutivo señala que las medidas para reducir las obras el impacto ambiental de la ampliación del aeródromo madrileño comenzaron "en el mismo momento de la elección del campo de vuelo".

Así, explica que, después de que el 30 de noviembre de 2001 la Secretaría General del Ministerio de Medio Ambiente publicara la declaración de impacto ambiental (DIA) de las obras de ampliación, Fomento decidió la construcción de dos pistas paralelas dos a dos y cruzadas, al considerar que se trataba de "la solución que ofrecía la capacidad operativa necesaria y el menor impacto acústico".

Posteriormente, y "en cumplimiento de la condición 'protección acústica' de la mencionada declaración de impacto ambiental", el Gobierno explica que la entidad pública empresarial AENA presentó a la Comisión de Seguimiento de la Ampliación del Sistema Aeroportuario de Madrid Barajas --órgano en el que están representados los Ministerios de Fomento y Medio Ambiente, la Comunidad de Madrid y los ayuntamientos afectados-- "un estudio sobre rutas aéreas para la definición de las isófonas, según la métrica y niveles exigidos por la propia DIA".

REPARTO DEL IMPACTO ACÚSTICO

Tras destacar que "los ayuntamientos interesados hicieron propuestas sobre definición de rutas, trayectorias y definición para la construcción de las isófonas", el Gobierno admite que optó por "una solución que, al ampliar el número de salidas (del aeropuerto), respondía mejor al criterio de reparto del impacto acústico entre el ámbito territorial". Así, "se evitaron concentraciones en puntos concretos de alto impacto acústico, pero a coste de ampliar el área geográfica, aunque con un nivel de impacto más reducido".

De igual forma, reconoce que las medidas adoptadas "no suponen que el ruido sea inexistente, ya que con la tecnología actualmente disponible es imposible de eliminar". Aun así, subraya que "se ha conseguido reducir el ruido en un 70 por ciento, en relación a los motores a reacción utilizados en los años 70".

Por último, el Gobierno destaca en su respuesta que desde el pasado 2 de abril de 2002 "no se permite operar a las aeronaves más ruidosas, calificadas como capítulo II, según la Organización de Aviación Civil Internacional, y se han introducido restricciones nocturnas que persiguen que sólo las aeronaves más silenciosas operen en este horario".