"Mileuristas, contratados por días, desempleados y los 9 de cada 10 contratos precarios de la Comunidad no necesitan más flexibilidad"
MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de PSM-PSOE, Tomás Gómez, consideró hoy que el Partido Popular busca, en el marco del diálogo social, "aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid y llevarse otra rebanada de los derechos de los trabajadores". "No se trata solamente de abaratar el despido aún más, se trata esta vez de destruir la negociación colectiva a favor de la negociación individual de cada trabajador", plantea.
En un artículo colgado en su blog personal titulado "Es cojonuda...para unos pocos", Gómez hace referencia a su encuentro ayer con los responsables de UGT y CCOO de Madrid y la presidenta de la Comunidad de Madrid y subraya que una conversación con Esperanza Aguirre "es absolutamente caótica", y la jefa del Ejecutivo "salta de un tema a otro, se esfuerza por no centrarse en ninguno y hace realmente complicado dar coherencia al diálogo".
Sin embargo, en el transcurso del encuentro la presidenta dijo: "Yo no estoy de acuerdo con que existan más de 30 modalidades de contratación laboral, no son suficientes, yo quiero infinitas, es decir, que cada trabajador y cada empresario lleguen al acuerdo de contratación que deseen", asegura Gómez, que cree que ésta no es una opinión aislada de Aguirre sino "el objetivo de la derecha política y económica en España".
Así, y en relación al fracaso del diálogo social, el secretario general de los socialistas madrileños apunta que "el debate real acerca de la salida de la crisis debería transcurrir, como en el resto del mundo, sobre si las políticas aplicables deben ser políticas monetarias o políticas fiscales, es decir, si el paradigma económico se instala en el pensamiento de Friedman y la máquina de hacer billetes puede sacar al mundo de la crisis o las políticas Keynesianas de gasto público y maniobras de los tipos impositivos son la solución". "Pero en España el debate que se ha instalado es sobre si el mercado laboral es suficientemente flexible", lamenta.
"Esta crisis es financiera en origen y nada tiene que ver con el mercado laboral, y ellos lo saben (...) Tenemos una economía intensiva en mano de obra y por tanto, poco competitiva. Por eso es necesario el cambio de modelo productivo, más innovación tecnológica y la modernización de nuestras estructuras productivas", destaca.
"¿Qué persigue el PP centrando el debate en el mercado laboral? Sencillamente, aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid y llevarse otra rebanada de los derechos de los trabajadores. No se trata solamente de abaratar el despido aún más, se trata esta vez de destruir la negociación colectiva a favor de la negociación individual de cada trabajador", considera Gómez.
"Es un planteamiento de claro corte ortodoxo ultraliberal que nada tiene que ver con la coyuntura económica y sí con lo estructural e ideológico de una parte de la derecha", observa.
En este sentido, recuerda que gracias a la negociación colectiva las condiciones de trabajo ya no son las de los inicios de la revolución industrial "y ello porque el diálogo entre antagónicos es bueno y necesario". "La concertación social es un instrumento imprescindible para hacer frente a la crisis económica, ha quedado demostrado en la historia inmediata de nuestro país. Los Pactos de la Moncloa fueron el pistoletazo de salida de los acuerdo de todos los agentes económicos y sociales y posteriormente éstos han sido fundamentales para superar momentos de dificultad económica", manifiesta.
"Cuando las cosas van mal es cuando más falta hacen personas responsables al frente de instituciones y organizaciones", opina Gómez, quien dice haber asistido asombrado a la ruptura del proceso de concertación social por parte "de la gran patronal".
"Los sindicatos representan a los trabajadores y la CEOE a los empresarios. Parece evidente, pero lo que hemos constatado todos los españoles es que el máximo dirigente de la patronal estaba más preocupado por quebrar el diálogo social, y por tanto intentar erosionar al Gobierno, y además, envolverlo todo en ese falso debate del mercado laboral, que de contribuir a la salida de la crisis", destaca.
"Los argumentos, daban igual. En efecto, la propuesta de la patronal pone en peligro el estado de bienestar y el equilibrio de la seguridad social", sostiene el responsable socialista, para quien la rebaja de cinco puntos en las cotizaciones sociales generaría un agujero en las arcas del sistema nacional de la seguridad social de 15.000 millones de euros, que haría aumentar el déficit, o tendría que compensarse con la subida de algún impuesto.
Esta vez, dice Gómez, "la CEOE ha superado los márgenes del sentido común, como también lo han hecho las palabras de la presidenta Aguirre llamando 'sindicalista retrógrado piquetero' al presidente Zapatero intentando, no sólo insultar al presidente sino también, volver a desprestigiar a los sindicatos". "Ahora entiendo mejor las razones por las que en su día Díaz Ferrán dijo que Esperanza es 'cojonuda'.... claro, cojonuda para él", opinó.
A su juicio, "los empleados de las grandes superficies comerciales, mileuristas, contratados por un mes, o por varios días, los desempleados o a los que temen por su puesto de trabajo, a los 9 de cada 10 contratos precarios de la Comunidad de Madrid, no necesitan más flexibilidad en el mercado laboral, necesitan de la negociación colectiva y de los sindicatos". "Espero que la cordura vuelva a la CEOE y se retome el dialogo social por el bien de España, aunque ya sabemos en qué están unos y donde los otros", concluye.
