Francisco Granados llega a la Audiencia Nacional para declarar
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 16 febrero 2018 12:59


Dice que fue la "adjunta" de González en la campaña de 2007 y que luego su relación se rompió y pasó a ser de "atracción fatal"

MADRID, 16 (EUROPA PRESS)

El exsecretario general del PP de Madrid Francisco Granados declaró el pasado lunes ante el magistrado instructor de la causa Púnica en la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, se convirtió en "las manos, los oídos y la voz" del expresidente regional Ignacio González y que, de hecho, se jactaba de ello.

Así consta en el audio de su declaración, al que ha tenido acceso Europa Press, donde se escucha al también exconsejero del Gobierno madrileño señalar ante el juez que lo que dice no lo hace con "ánimo de entrar en cuestiones personales" tras apuntar a una "relación sentimental" entre Cifuentes y González.

Aquí puedes escuchar su declaración:

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"No lo diré con un ánimo en absoluto de entrar en cuestiones personales porque no es ni mucho menos mi estilo... yo entiendo todo, pero que mantenía una relación sentimental conocida por todo el mundo con el señor González y que se convierte en la persona, las manos, los oídos, la voz, la ejecutiva en el partido de González...", señaló.

En este punto, añade que ella misma se jacta de esto y que hay "cientos de testigos". "(Se jacta) de que es la que manda por orden del señor González, se jacta de que en el partido yo no mandaba absolutamente nada y cualquier cosa que había que tratar sobre pueblos, distritos o alcaldes en referencia al partido tenía que pasar por Cifuentes. Esa es la verdad", sentencia Granados.

Cristina Cifuentes, por su parte, ha presentado ya una querella criminal contra Francisco Granados por los delitos de injurias, calumnias y contra la integridad moral, tras esta declaración en la Audiencia Nacional.

PAPEL DE CIFUENTES

Durante su declaración, Granados explica que Cristina Cifuentes fue nombrada "número tres" del partido en el mismo congreso donde a él le nombran secretario general del PP de Madrid. En este punto, sí que señala que a él le nombra Esperanza Aguirre "por indicación de Ignacio González con el único objetivo" de sacarle del Gobierno. "Era la excusa ideal para que dimitiera", apostilla.

Centrándose en Cifuentes, dice que fue nombrada secretaria de Política territorial, "lo que supone controlar lo más importante del partido, los municipios y distritos, controlar a los alcaldes, concejales, a los que van a ser o no candidatos". Y es que indica que, al final, la gente en política dedica tiempo a pensar en "quién lo tiene que renovar y en quién tiene la influencia para seguir en el cargo". "Esa persona era Cifuentes", remarca.

En este punto, y preguntado por quiénes eran las personas de confianza de Cifuentes, Granados explica que se "rodea de dos personas", la que lleva los distritos y la que lleva los municipios. Es el momento en el que el exsecretario nombra al ahora portavoz del Gobierno regional, Ángel Garrido, y al coordinador general del PP de Madrid y exconsejero regional Jaime González Taboada, los hombres más próximos a Cifuentes.

"Esas eran las dos personas de confianza para controlar desde el punto de vista territorial, es lo más importante en un partido, para controlar el partido", asegura Granados, quien añade que todas las relaciones con la prensa, tanto del PP de Madrid como de la Comunidad la llevan Isabel Gallego, exdirectora general de Medios y que, además, González se reservó el comité electoral, "para decir quién era candidato o no".

Granados vuelve a hablar de Cifuentes cuando se le pregunta por su relación con el exgerente del partido, Beltrán Gutiérrez. En este sentido, dice que él los primeros años no pasaba casi por la sede de Génova, "iba poco", y que quien más iba eran Cifuentes y la actual senadora Ana Isabel Mariño.

CIFUENTES, LA "ADJUNTA" DE GONZÁLEZ

Sobre quién dirigió la campaña electoral de 2007, Granados dice que fue Ignacio González, que tenía de "adjunta" a Cifuentes porque su relación estaba "en plena efervescencia". También vuelve a nombrar a Mariño y a Gallego.

Cosa distinta, explica, pasó en la campaña de 2011 porque, según relata Granados, la relación entre Cifuentes y González ya se había roto. En concreto, pone la fecha, 2008, "se rompe la relación y pasa a ser de atracción fatal", define. Es en ese momento cuando el exconsejero de Medio Ambiente Borja Sarasola se convierte en el hombre de confianza de González, según dice.

Granados explica que a diferencia de la campaña de 2007, González no se puso al frente de la de 2011 por el "asunto de la sucesión de Caja Madrid", que acababa de ocurrir "unos meses antes". "Echó un pulso a (Rodrigo Rato) para suceder a Blesa, que en paz descanse y González lo perdió porque el presidente de Bankia fue Rato", explica.

"González lo encajó muy mal y dijo que no quería tener exposición pública por lo que había pasado dos o tres meses antes", añade Granados, quien asegura que entonces González ya sabía que iba a ser presidente de la Comunidad de Madrid si Esperanza Aguirre ganaba porque estaba "pactado de antemano".

Así, recuerda que a Aguirre le habían encontrado una enfermedad grave y que tuvo una intervención --tuvo cáncer-- y que en 2011, en la campaña, aunque la "cara" era la de Esperanza Aguirre, González era el candidato. "Estaba pactado de antemano, todo lo de esa campaña y lo que ocurre después. No era el jefe de campaña pero sabía que el que se jugaba todo era él porque era quien iba a ser presidente", asegura.

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