Hetaira pide que se deroge la ordenanza que permite a la Policía Municipal multar a los clientes de las prostitutas

Actualizado: jueves, 27 septiembre 2007 18:53

MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -

El colectivo Hetaira exigió hoy que se derogue la Ordenanza de Policía y Buen Gobierno de la Villa de Madrid, de 1948, que permite a los agentes municipales multar a los clientes de las prostitutas basándose en conceptos morales "trasnochados y retrógrados" como "el estar ejerciendo actos deshonestos".

El colectivo, que representa a las meretrices que ejercen en Madrid, consideró que las prostitutas y su clientela "están sometidos a una persecución en Villaverde o la Casa de Campo", lo que genera "gran miedo a ser 'pillados' y dificulta la negociación con los clientes y reduce el margen de autonomía de las trabajadoras para imponer sus condiciones, empeorándolas notablemente".

"Al final es a las prostitutas a quienes se castiga, por lo que Hetaira exige, por un lado, que los partidos de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid inste a que se derogue esta normativa que rezuma moralina y puritanismo, y por otro lado, que cese el hostigamiento policial hacia las meretrices bajo el falso argumento de luchar contra la esclavitud sexual de las mujeres", dijeron los dirigentes de Hetaira en un comunicado.

Las representantes de las prostitutas puntualizaron además que "la lucha contra la prostitución coaccionada pasa por reconocer la prostitución voluntaria, diferenciándolas en su tratamiento y no metiendo a todas las prostitutas en el mismo saco. Así mismo, es fundamental que cesen las deportaciones de las prostitutas víctimas de las mafias y que se garanticen tanto su seguridad como sus derechos, especialmente el de quedarse en este país si así lo desean, poniendo los medios necesarios para que puedan rehacer su vida".

NEGOCIACIÓN DEL ESPACIO PÚBLICO

Por otra parte, Hetaira volvió a reclamar una negociación del espacio público donde las prostitutas puedan ejercer sin molestar a nadie. "Ante las quejas vecinales por ocupación del espacio público por parte de las trabajadoras del sexo la única solución es la negociación en pie de igualdad entre todas las partes con la presencia del Ayuntamiento de Madrid, como responsable último de la convivencia vecinal en la ciudad".

Además, desde el colectivo se criticó la instalación de cámaras de vigilancia en varias zonas de la ciudad. "La persecución de prostitutas y clientes o la imposición de multas no solventa los problemas que plantea la prostitución que capta su clientela en la calle. Tan sólo el habilitar zonas donde se pueda ejercer la prostitución de manera voluntaria y en mejores condiciones que las actuales puede abrir vías para mejorar la convivencia ciudadana".

"Sin embargo, el consistorio municipal no tiene ninguna voluntad política de ofrecer un lugar en donde se pueda ejercer sin molestar y sin ser molestadas, como venimos exigiendo desde hace años", añadieron, y citaron como ejemplo el Plan contra la Esclavitud Sexual de la entonces delegada de Familia y Servicios Sociales, Ana Botella, puso en marcha en marzo de 2004.

Dicho Plan ha sido muy criticado por quienes ejercen la prostitución por decisión propia, ya que "ha empeorado las condiciones de trabajo de las prostitutas", alegan desde Hetaira. "Ana Botella parece estar obsesionada con la prostitución, persiguiendo a prostitutas y clientes con diferentes normativas y pretendiendo que el conjunto de la ciudadanía de Madrid se rija por sus valores morales heredados del franquismo", añadieron desde el colectivo.