MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
Hostelería de Madrid prevé que con la entrada de la Comunidad a Fase 2 a partir del lunes abrirán en torno al 50 por ciento de los establecimientos del sector, lo que supone "una bocanada de aire" en esta crisis.
La entrada a la Fase 2 permite a los bares y restaurantes podrán abrir el interior del local con aforo limitado pero no se permitirá consumir en las barras.
Así lo ha indicado en declaraciones a Europa Press su secretario general, Juan José Blardony, quien sin embargo ha especificado que la apertura será desigual, dado que se centrará sobre todo en los locales de hostelería de los barrios y en la periferia y habrá menos vuelta a la actividad en el centro de Madrid, influenciado por la caída del turismo internacional.
"El consumo realmente está aumentando en las zonas barriales de Madrid y en los establecimientos de proximidad", ha especificado para agregar que los negocios hosteleros que van a abrir en esta fase son aquellos que dispongan de locales "suficientemente amplios" para garantizar esa distancia de seguridad de dos metros, algo que supone un condicionante importante.
Un factor positivo, según ha detallado, es que la Comunidad de Madrid ha permitido que el personal de estos establecimientos no computen como aforo, dado que están la mayor parte del tiempo están en zonas reservadas o en cocinas, lo que ofrece algo más de margen.
Hostelería de Madrid ha pedido, no obstante, que la Comunidad de Madrid aumente del 40 al 50 por ciento la capacidad de aforo en el interior de establecimiento, dado que el decreto permite a las autonomías poder elevar ese 10 por ciento más, pero aún no han obtenido comunicación de que se haya accedido a esta solicitud.
Blardony ha mostrado su "satisfacción" por la entrada a esta nueva fase que el sector afronta "con ilusión" dado que implicará más apertura de establecimientos y confían en que haya "consumo suficiente" para afrontar el futuro.
También ha dicho que el balance de la Fase 1 en Madrid, pese al volumen limitado con un 10 por ciento de terrazas abiertas, genera esperanza porque el consumidor madrileño "ha respondido bien" y se han dado condiciones óptimas en aquellos bares y restaurantes que han retomado su actividad.
