Ingresan en prisión cinco jovenes especializados en robar a ancianos

Actualizado: viernes, 28 marzo 2014 11:05
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MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Agentes de la Guardia Civil, en el marco de la Operación "BUNICI",  han detenido a seis jóvenes rumanos por su presunta implicación en veinticinco delitos, perpetrados todos ellos contra personas de avanzada edad, a las que sustraían joyas y dinero en efectivo. A excepción de uno, que es menor de edad, el resto ha ingresado en prisión.

   Hasta el momento está probada su implicación en Majadahonda, Valdetorres del Jarama, Manzanares el Real, San Lorenzo del Escorial, Navalcarnero, San Martín de Valdeiglesias, Navas del Rey, Galapagar, Algete, Pinto, Villa del Prado o Brunete. Además, se está investigando su posible participación en otros hechos acaecidos en otras Comunidades Autónomas, ha informado el Instituto Armado.

   El inicio de la operación tuvo lugar al detectarse por parte de agentes del Puesto de la Guardia Civil de Majadahonda el aumento de denuncias por parte de ancianos donde se ponía en conocimiento hurtos, robos con fuerza o robos con violencia contra sus persona, con un mismo patrón delincuencial.

   Para la obtención de datos ha sido imprescindible la información aportada en residencias geriatricas que están acogidas al Plan Mayor de Seguridad. En todos los  hechos investigados se comprobó que los supuestos autores distraían a sus víctimas mediante el ofrecimiento de firmas en beneficio de falsas ONG, y otro de los compinches aprovechaba este momento para sustraerles todos los efectos de valor que portaran, llegando incluso a ejercer la violencia contra las víctimas si estas se resistían.

   Todas las investigaciones efectuadas llevaron a los Agentes de la Guardia Civil a un grupo organizado, integrado plenamente por seis ciudadanos rumanos, constatando que todos los integrantes se dedicaban en exclusiva a realizar esta actividad delictiva a la que dedicaban todo su tiempo.

   Los integrantes del grupo estaban vinculados familiarmente entre sí, residiendo todos ellos en un barrio de Madrid, los cuales disponían de numerosos vehículos para desplazarse a la zona elegida para actuar, llegando a intercambiarselos entre sí para dificultar su localización.

   Los ya detenidos contaban con una férrea estructura delincuencial, teniendo cada uno de ellos distribuida la función que tenían que realizar cuando cometían los hechos delictivos. Todos ellos eran expertos conocedores de los lugares utilizados por los ancianos para sus paseos y tránsito buscando la idoneidad del sitio para perpetrar el hecho delictivo.

   Las víctimas preferidas eran ancianos entre los 70 y los 80 años, especialmente aquellos que a su vista fueran más vulnerables y que su capacidad de reacción fuera escasa o nula, asegurandose de este modo el éxito de su operación. Eran extremadamente cuidadosos en la elección de sus víctimas, llegando a recoger hasta cinco municipios y cientos de kilómetros en busca de víctimas idoneas.

   Entre los detenidos hay un menor de edad mientras que los demás son jóvenes que no superan los 22 años. Tras ser puestos a disposición de la Autoridad Judicial competente, esta decretó el ingreso en prisión de los cinco detenidos mayores de edad.