Una investigadora de la Complutense concluye que el corrector de la segunda parte de El Quijote fue Jerónimo Salazar

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Publicado: miércoles, 20 junio 2018 13:27

MADRID, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -

La investigadora Laura Puerta Moro, del departamento de Literaturas Hispánicas y Bibliografía de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ha hallado documentación que concluye que el corrector de la segunda parte de El Quijote fue Jerónimo de Salazar.

En base a los datos recabados en el Archivo Histórico Nacional, la investigadora expone que la nueva documentación certifica "de forma definitiva que es erróneo el protagonismo históricamente otorgado a Juan de la Cuesta como impresor de la obra cervantina", expone la universidad en un comunicado.

El material descubierto se corresponde con un pleito interpuesto en 1633 por María de Quiñones, viuda de Juan de la Cuesta, contra el Hospital de los Desamparados de Madrid. El pleito recoge documentos "muy valiosos" en relación con el devenir de las prensas cervantinas en décadas anteriores.

Juan de la Cuesta es el impresor "más popular" del Siglo de Oro español precisamente porque su nombre está ligado al Quijote, pero en realidad solo estuvo al frente del taller que lo imprimió cinco años y medio, y "nunca" como propietario sino como regente.

La propietaria era María Rodríguez de Rivalde, viuda del fundador del taller. De la Cuesta abandonó Madrid en 1607 y, por tanto, no estaba al frente del taller cuando se publicó la segunda parte de la obra más afamada de Miguel de Cervantes, aunque figure su nombre en el pie de imprenta.

Este dato se conocía desde 2005 gracias a una investigación de Jaime Moll, pero ahora se puede corroborar que quien dirigía el taller en su ausencia era Jerónimo de Salazar.

El pleito recogido en la documentación descubierta por Laura Puerto incluye el testamento de María Rodríguez de Rivalde, propietaria del taller, y pone de manifiesto que en 1627 éste revocó el poder de regencia que ella misma había otorgado a favor de Juan de la Cuesta y nombró heredera universal a su sobrina María de Quiñones, casada con De la Cuesta. Quiñones retiró "inmediatamente" el nombre de Juan de la Cuesta como pie de imprenta del taller.

Al igual que María Rodríguez de Rivalde, María de Quiñones "no sabía firmar" y quien estaba al mando del taller era Jerónimo de Salazar. Este hecho "podía intuirse ya en la documentación sacada a la luz por Jaime Moll, en 2005, pero solo ahora queda demostrado".

La investigado asevera que el pleito demuestra que Juan de la Cuesta "seguía estando ausente" de Madrid en 1627. Así se deduce del testamento de María Rodríguez de Rivalde cuando nombra a María de Quiñones como heredera universal

A su vez, Jerónimo de Salazar debía de ser hombre de "máxima confianza" en la imprenta, puesto que, a través de la nueva documentación, se conoce que es testamentario de María Rodríguez de Rivalde, junto a su sobrina, María de Quiñones, y al religioso Fray Diego Sánchez.

Finalmente, asegura que cuando Jerónimo de Salazar declara en el pleito interpuesto por María de Quiñones contra el Hospital de los Desamparados (su declaración es de 1635) afirma que fue corrector de la imprenta.

"A través de esta declaración podemos deducir, por primera vez, quién fue el corrector de la Segunda Parte del Quijote, y, además, corroborar su peso específico al frente del taller en ausencia de Juan de la Cuesta, puesto que la categoría de corrector de imprenta se hallaba muy por encima de la de componedores y otros empleados en un taller", agrega la investigadora.

El trabajo ha visto la luz en el volumen "Primera edición de la Segunda Parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (Madrid, Juan de la Cuesta, 1515). El libro, el texto, la edición", (eds. Ana Martínez Pereira y Víctor Infantes, Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá, 2018).

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