MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Guardia Civil localizaron dos naves industriales de Fuenlabrada donde se almacenaba mercancía que había sido robada a una empresa de Logroño por el 'timo del nazareno'. La operación se ha saldado con la detención de D.B.C., 24 años, y A.B.O., de 52, a los que se imputan delitos de receptación y defraudación de fluido eléctrico, informó hoy el Instituto Armado.
El dispositivo comenzó el pasado enero, después de que la Guardia Civil de Humanes de Madrid tuviera conocimiento de un posible delito de receptación perpetrado por los regentes de una empresa ubicada en Fuenlabrada.
Se da la circunstancia de que a mediados de mes el Puesto de Calahorra (La Rioja) comunicó a la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid un posible delito de estafa cometido a través del 'timo del nazareno' a una empresa ubicada en la localidad dedicada a la alimentación.
Los agentes del puesto riojano facilitaron además una serie de datos que apuntaban a una empresa ubicada en el sur de la Comunidad de Madrid donde se podrían estar recepcionando productos adquiridos de forma ilícita.
MERCANCÍA A COSTE MUY BAJO
El Puesto de la Guardia Civil de Humanes se hizo cargo de la investigación, logrando ubicar poco después una empresa en Fuenlabrada cuyos propietarios pudieran estar adquiriendo mercancía a un coste muy bajo para, a su vez, venderla a otras empresas.
Al parecer, la empresa de Calahorra recibió varios pedidos por parte de un supuesto cliente habitual, solicitando que la entrega de la mercancía no se realizara en el domicilio habitual, sino en una empresa de logística de Barcelona.
Después, la empresa gestionada por los ahora detenidos transportaba los productos hasta Fuenlabrada, desde donde le daban salida a un precio muy inferior. De hecho, el valor de los productos supera los 34.000 euros e iban a ser vendidos por unos 17.000 euros.
En la inspección que la Guardia Civil realizó a la empresa, donde se localizó parte de la mercancía procedente de la empresa de Logroño, los agentes descubrieron que el cajetín de enganche de fluido eléctrico se encontraba sin contador alguno. Tras contactar con la empresa suministradora del servicio, se confirmaron las sospechas de los agentes, calculando el valor de la estafa en unos 2.000 euros.
