El Gobierno regional calcula que 5.000 hogares podrán beneficiarse de la segunda edición de este plan
MADRID, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los madrileños podrán optar desde hoy a ayudas por importe de 110 euros por metro cuadrado de cristal para cambiar sus ventanas por otras de doble acristalamiento térmico reforzado con el objetivo de contribuir al ahorro de energía en el sector residencial de la región, gracias a la puesta en marcha de la segunda edición del Plan Renove de Acristalamiento de Ventanas.
Así lo anunció hoy el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Beteta, quien precisó que las ayudas serán de 110 euros en el caso de que el usuario cambie, además del cristal, los marcos de la ventanas. Si sólo se cambia el vidrio, la subvención alcanzará los 24 euros por metro cuadrado.
Beteta explicó que la cuantía de los descuentos no podrá superar el 30 por ciento del coste del total, IVA incluido, ni los 10.000 euros por cada vivienda unifamiliar o los 300.000 euros por cada edificio.
La puesta en marcha de este Plan, al que el Gobierno regional ha destinado 3 millones de euros, se produce después de que la Consejería de Economía y Hacienda haya firmado un convenio de colaboración con la Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes (ANDIMAT).
Las personas que estén interesadas en acceder a estas ayudas --que estarán operativas hasta el 31 de octubre de 2010 si no se acaban antes los fondos-- deberán acudir a un instalador de ventanas adherido al Plan renove. Él será el encargado de elaborar el presupuestos y de informar sobre si se puede acoger a las ayudas. En este caso, también deberá tramitar las subvenciones.
Según el consejero, el cambio de los acristalamientos en una vivienda media de 100 metros cuadrados por otros con aislamiento térmico reforzado puede suponer un ahorro anual de un 10 por ciento en la factura de la calefacción y aire acondicionado.
REDUCIR PÉRDIDAS TÉRMICAS
Con estos cerramientos es posible reducir las pérdidas térmicas entre un 20 y un 70 por ciento, mejorar el confort térmico sin necesidad de renunciar a la luz natural, alcanzar niveles de aislamiento térmico imposibles de conseguir con un doble acristalamiento normal y disminuir las emisiones de dióxido de carbono debido al ahorro energético conseguido.
"El aislamiento no se ve, pero se nota a fin de mes en el bolsillo de los ciudadanos", dijo Beteta, quien manifestó que con iniciativas de este tipo se impulsa el sector de la ventanas, que se ha visto afectado por la ralentización en la construcción de edificios.
En este sentido, destacó que el primer Plan Renove de Ventanas permitió que 952 instaladores se dieran de alta para poder gestionar las ayudas, y cinco fabricantes de vidrio y más de 40 fabricantes vieron incrementadas sus ventas notablemente.
El primer Plan Renove de Acristalamiento de Ventanas, que acaba de concluir, ha beneficiado a un total de 5.360 hogares madrileños, con una ayuda media de 724 euros por vivienda y el cambio de 30.800 ventanas. Las instalaciones realizadas han permitido una reducción media de pérdidas energéticas de un 58,4 por ciento, es decir, bastante cercano al máximo posible, lo que indica que las reformas llevadas a cabo suponen un ahorro importante.
Por su parte, el presidente de la CEIM, Arturo Fernández, mostró el apoyo del sector empresarial a este proyecto ya que permitirá reducir la factura eléctrica de los ciudadanos, rebajar la dependencia energética, así como mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Mientras, el director gerente de Andimat, Luis Mateo, animó al Gobierno regional a estudiar el desarrollo de otros planes renove, entre los que citó el de cubiertas, especialmente si estas están afectadas por goteras o humedales.
