MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
Más de 2.500 viviendas del centro histórico podrán ser rehabilitadas gracias a la creación de cuatro nuevas Áreas de Rehabilitación Integrada (ARI) en Conde Duque, Santo Domingo, Salesas y Toledo aprobadas hoy por el consejo de administración de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), zonas en las que se invertirán casi 64 millones de euros.
Según explicó el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, el área de Conde Duque que se verá beneficiada por la medida es la que limita con las calles Alberto Aguilera, Princesa, Gran Vía y San Bernardo. La de Santo Domingo está delimitado por la Plaza de España, Leganitos, calle de la Flor Baja, Gran Vía, San Bernardo, Plaza de Santo Domingo, Preciados, Maestro Victoria, plaza de Celenque, Arenal, Vergara, Carlos III hasta calle Lepanto, plaza de Oriente y Bailén.
Por su parte, el área de Salesas que se someterá a rehabilitación limita al norte con las calles Sagasta, Génova hasta la plaza de Colón, paseo de Recoletos, Alcalá hasta Barquillo, Mejía Lequerica, San Mateo, Beneficencia, Barceló y Churruca hasta Sagasta. Por último, el área de Toledo está enmarcada en las calles Carrera de San Francisco, Ribera de Curtidores, Ronda de Segovia y calle Segovia.
En total se trata de 146 hectáreas, 22.837 viviendas, una población aproximada de 42.772 habitantes y 1.626 edificios. La inversión prevista en los cuatro ámbitos es de casi 63,8 millones de euros, de los cuales las administraciones públicas invertirán 37 millones.
De esta cantidad, las subvenciones a las viviendas se estiman en 25,7 millones de euros y la inversión en renovación de espacios públicos e infraestructuras será de 11,3 millones.
A falta de que la Comunidad de Madrid emita su declaración definitiva de la propuesta de ARI, el Ayuntamiento calcula que las actuaciones se llevarán a cabo entre 2009 y 2012, y se centrarán, por una parte, en la rehabilitación privada de viviendas, para mejorar su calidad, condiciones estructurales y funcionales de los edificios, accesibilidad y mejoras energéticas.
Estas ayudas pueden llegar a alcanzar, en función de los ingresos y de las circunstancias del inmueble beneficiario, el 75 por ciento del presupuesto protegido, con un límite máximo de 21.000 euros por vivienda.
Por otra parte, y de forma complementaria, se realizan obras de urbanización de las vías públicas para renovar las instalaciones de agua, electricidad, gas, telefonía y recogida de aguas pluviales, así como la eliminación de los tendidos aéreos. También se mejora la accesibilidad en calles y plazas, el medio ambiente urbano y la seguridad vial mediante la ampliación y adecuación de la red de alumbrado.
EQUILIBRIO EN LA CIUDAD
El motivo por el que el Ayuntamiento de la capital apuesta por las políticas de rehabilitación de viviendas es que "mejorar la accesibilidad y sostenibilidad del patrimonio edificado no es sólo trabajar en las nuevas edificaciones para resolver las demandas existentes, sino también mejorar y recuperar el patrimonio inmobiliario de la ciudad, muchas veces "claramente deteriorado", apuntó Cobo.
"Tampoco puede circunscribirse a promover el acceso a la primera vivienda, ignorando las condiciones inadecuadas que para muchos vecinos supone su vivienda actual o el edificio en que ésta se encuentra", añadió, apostillando que se deben adaptar las viviendas "a los cambios que acompañan al ciclo de vida de los hogares y a la edad, número y circunstancias de sus ocupantes".
Además, esta política de rehabilitación es beneficiosa desde el punto de vista medioambiental y de competitividad económica.
