MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
El consejo de administración de Metro de Madrid se reunirá hoy por la mañana para votar los nombramientos del delegado de Hacienda del Consistorio madrileño, Juan Bravo, como presidente de la entidad y del diputado regional Ignacio González Velayos como consejero delegado, según informaron a Europa Press fuentes de la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad.
Según lo previsto y con toda probabilidad saldrán adelante ambos nombramientos después del consenso alcanzado entre la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital a la hora de ofrecer candidatos para suplir estos puestos, sobre todo el del presidente, que hasta ahora ostentaba el ingeniero Manuel Melis, conocido por su trabajo en la M-30.
Bravo es la propuesta del Ayuntamiento, que es el encargado de ofrecer candidato para este puesto y, según la propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, es "muy bueno" para este cargo, por lo que la han aceptado y hecho como suya, al igual que en el caso de González Velayos, que es propuesta del Ejecutivo autonómico y el Consistorio la ha aceptado sin problema.
La junta de accionistas de Metro, formada por los mismos integrantes del consejo de administración del Consorcio Regional de Transportes, se reunió la semana pasada para cesar a Melis y a Ramón Aguirre, que además de presidente y consejero delegado eran miembros del consejo de administración. En su lugar, nombraron consejeros al director general de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Antonio Ayuso, y al diputado Ignacio González Velayos.
Ahora es el consejo de administración del suburbano el que tiene que nombrar tanto al presidente, que tendrá un puesto honorífico, como al consejero delegado, que compartirá funciones ejecutivas con el actual gerente de la compañía, Ildefonso de Matías. Estos cambios se han acelerado después de que hace un mes Melis, como presidente, no acudiera a la Asamblea para dar explicaciones sobre el descarrilamiento en la línea 6 del pasado 12 de mayo.
La no comparecencia en la Comisión de Transportes fue considerada como "una falta de respeto" por parte de todos los grupos parlamentarios, incluido el PP, que exigieron su cese inmediato. Melis ya había presentado su dimisión en distintas ocasiones destacando la inexistente necesidad de tenerle ahí porque carecía de funciones dentro de la compañía.
