Miles de policías y guardias civiles exigen la dimisión de Rubalcaba en la manifestación por la equiparación salarial

Actualizado: sábado, 18 octubre 2008 18:06

Los guardias civiles desafían las advertencias de Interior y acuden a un acto vigilado por los Servicios de Información

MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

Miles de policías y guardias civiles se manifestaron hoy por el centro de Madrid exigiendo subidas salariales que les acerquen a otros agentes pertenecientes a policías locales o autonómicas. Durante toda la manifestación, que discurrió en ambiente festivo y sin incidentes, los gritos tuvieron como blanco preferente al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para el que los agentes exigieron la dimisión y al que acusaron de "mentiroso", "hipócrita" y de intentar amedrentarles ante su campaña de movilización.

El acto fue calificado de "histórico" por los convocantes, que cifraron en 25.000 los asistentes. El Ministerio del Interior rebajó la cifra a 7.000, según un cálculo no definitivo, e insistió en que aproximadamente una tercera parte de los asistentes no eran miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Los policías y los guardias civiles marcharon tras una pancarta en la que pedían "dignidad económica y profesional". Antes de comenzar la marcha, el portavoz de la Unidad de Acción Sindical, José Angel Fuentes Gago, dijo que la diferencia salarial media entre un policía o un guardia civil y, por ejemplo, un mosso d'Esquadra, es del 30 por ciento.

También afirmó que la protesta había trascendido la reivindicación salarial para convertirse en un acto en el que se pedía "respeto" para los policías y los guardias civiles, precisamente, añadió, el que no les presenta Rubalcaba. Luego, desde la tribuna instalada en la Plaza de Colón, siguió refiriéndose al ministro: "Pedimos que deje de utilizar nuestro nombre en falso; que acabe con la hipocresía política de alabarnos en público para ver si consigue algún rédito del amplio apoyo social que hemos conseguido con nuestro trabajo. En muchos casos, a pesar de la falta de medios y apoyo práctico del Gobierno".

TRACA FRENTE A INTERIOR.

La manifestación vivió su momento álgido al pasar ante la sede del Ministerio del Interior. Los policías comenzaron por hacer estallar una traca y, a continuación, corearon durante varios minutos "Rubalcaba, dimisión". Los representantes sindicales advirtieron durante todo el recorrido de la presencia de agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil, de la Brigada Provincial de Información de la Policía e, incluso, de agentes del CNI, que fueron sorprendidos mientras realizaban fotografías, lo que provocó abucheos de los manifestantes.

En el discurso final, los convocantes se defendieron de las acusaciones de "insolidaridad" que les llegan desde el Ministerio por exigir subidas en plena crisis económica. Gago dijo "basta" a la "mentira", el "ataque" y el "desprecio" a sus derechos y recordó que sus demandas son muy anteriores a la actual situación económica.

Además de la equiparación con los agentes autonómicos, los policías y guardias civiles exigieron la conciliación de la vida laboral y familiar, un ascenso basado en "garantías democráticas", la regulación de una "segunda actividad y reserva activa", unas "garantías jurídicas mínimas" en el desarrollo de sus labores y, finalmente, el "respeto profesional". Sobre las presiones que denuncian desde el Ministerio --acoso a la actividad sindical, incluidos ceses como el del inspector jefe del puerto de Málaga--, el portavoz de los sindicatos le espetó al ministro: "Aunque no lo crea, esto es una democracia".

Este mensaje desde la tribuna se vió refrendado en las pancartas que portaban los policías, de las que tampoco escapó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al que se tachaba de 'Pinocho'. Silbatos, sirenas, bocinas y pancartas mofándose de Rubalcaba salpicaron todo el recorrido. Una pequeña carroza portaba cuatro maniquíes con los uniformes anteriores y actual de la Policía (gris, marrón y azul), con carteles aludiendo a las reinvindicaciones salariales en todas las épocas del Cuerpo y un último vestido de guardia civil, al que habían tapado la boca con esparadrapo y del que colgaba la leyenda: "Yo no hablo porque no me dejan".

GUARDIAS CIVILES EN LA MANIFESTACIÓN.

Al frente de la pancarta figuraron varios miembros de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y Unión de Guardias Civiles (UGC), desafiando las advertencias de Interior de que no podían acudir ni como convocantes, ni individualmente, al tratarse de un "acto sindical" prohibido por Ley, tanto para asociaciones profesionales como para miembros del Cuerpo. Sin embargo, el director de Policía y Guardia Civil, Francisco Javier Velézquez, dijo el día anterior que si hubieran convocado otro acto sin los sindicatos de Policía, aún con las mismas reivindicaciones, el acto estaría permitido.

El secretario general de AUGC, Alberto Moya, dijo a los periodistas: "La respuesta a las presiones las tenemos aquí", al tiempo que cifró en unos 3.000 los guardias civiles asistentes. Los guardias civiles que acudieran a la manifestación, según advirtió Velázquez, serían sancionados con dos faltas muy graves, lo que puede suponer la expulsión del Cuerpo.

Tanto Moya, como el representante de UGC, Manuel Mato, no descartaron emprender acciones legales contra el Ministerio por las amenazas y coacciones que aseguran haber recibido. Mato anunció: "Si mañana hay sanciones, el Gobierno se encontrará con la convocatoria de una manifestación de agentes encapuchados".

LOS OFICIALES PRESENTARÁN UNA QUERELLA CRIMINAL.

Por su parte, la Unión de Oficiales de la Guardia Civil anunció que esta misma tarde presentará una querella criminal ante un Juzgado de Guardia para denunciar las presiones que están recibiendo los responsables de la misma, que incluye hasta "toma de imágenes" por parte del Servicio de Información.

La Unión de Oficiales decidió no acudir a la manifestación para evitar "ser objeto de chantaje" por Interior, ya que los expedientes que podrían recibir supondrían la "extinción" de la asociación. Los oficiales afirman que las presiones que recibien tienen que ver con que la asociación representa un "componente novedoso", en el sentido de que hay mandos apoyando las reivindicaciones.