MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
La mujer del hombre acusado de intentar el tres de septiembre de 2007 quemar vivas a su hija y nieta al provocar un incendio en la vivienda en la que se encontraban no quiso declarar durante el juicio, ya que se acogió al artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal --están dispensados de la obligación de declarar: los parientes del procesado en líneas directa ascendente y descendente, su cónyuge, sus hermanos consanguíneos--, pero aseveró que el incendio "no lo hizo a propósito".
Santiago Vicente P.A, que se enfrenta a una petición fiscal de 27 años y diez meses por un delito de maltrato, otro de amenazas graves, dos delitos de asesinato en grado de tentativa y un delito de maltrato habitual, aseguró que "nunca" ha maltratado a su mujer --hecho que ratificó su hija durante el juicio al asegurar que no ha visto a su madre con lesiones-- y que la relación con su hija y nieta es "buena".
"Yo creo que ni a mí ni a mi hija nos quería causar ningún mal, de hecho adora a mi hija", afirmó la hija del acusado describiendo así la relación que mantenía con su padre.
El escrito de acusación relata que a principios de verano de 2006, el acusado, en el transcurso de una fuerte discusión provocada por la decisión de la mujer de poner fin a su matrimonio, reaccionó de manera violenta con el ánimo de atentar contra la integridad física de su esposa.
Mariana, la hija del acusado, describió la situación como una discusión "entre los tres". "Vi a mi padre entrando en la cocina pero no pude ver qué cogía porque yo estaba en medio de los dos", relató. A continuación, ambas abandonaron el piso regresando horas más tarde.
Al volver al domicilio María Isabel, la mujer, y su hija se encontraron al acusado muy mal ya que había ingerido "una caja de orfidal", tal y como relató Santiago durante su declaración en el juicio. El acusado fue traslado al hospital y volvió al día siguiente, cuando prendió fuego a la casa con su hija y su nieta en el interior. "Olí a quemado por lo que cogí, salí de casa y dejé a mi hija con unos vecinos", explicó la hija.
El procesado, que padece una encefalopatía secundaria a VIH con deterioro cognitivo y práxico, patología que origina una limitación parcial importante de su capacidad cognitiva y de autocontrol, se encuentra privado de libertad desde el tres de septiembre de 2007. Su cuadro clínico hace que concurra la eximente incompleta de enfermedad mental en todos los delitos por los que se le ha procesado, si bien existe la agravante de parentesco sobre ellos.
