MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
Cerca de 26.000 alumnos de la Comunidad de Madrid se enfrentan hoy a los exámenes de la nueva Prueba de Acceso a la Universidad y los nervios eran patentes desde las 8 horas, cuando decenas de jóvenes habían quedado en puntos estratégicos para acudir juntos a las seis universidades públicas de la región que acogen hoy los exámenes.
"¿Dónde está Pablo? Seguro que llega tarde", exclamó Julia, estudiante de Ciencias de 2º de Bachillerato, mientras miraba preocupada el reloj. Todavía quedaban dos horas para que empezase el primer examen pero los profesores, comentó a Europa Press, les han recomendado estar una hora antes en la universidad.
Elena, otra estudiante, reconoció que ayer no tocó ni un libro y que los nervios y el calor no le habían dejado pasar buena noche. Sin embargo, señaló: "Estoy deseando terminar y todavía no he empezado". En este sentido, lamentó que este año, por la huelga convocada en la Función Pública, la Prueba se vaya a ver interrumpida un día.
Este contratiempo tiene sus defensores y sus detractores. "A mí me viene bien porque así tenemos un día más", indicó Juan, mientras que su compañero Javier decía todo lo contrario: "No, hubiese sido mejor quitarnos todo de golpe y no tener un día más de sufrimiento, porque no te imaginas lo que es esto...", relató.
Las estaciones de Cercanías como El Casar, Alcorcón, Cantoblanco o Alcalá de Henares estaban más repletas que un lunes habitual. Todos los alumnos que se han sacado el Bachillerato en los municipios de la región tienen que examinarse hoy en universidades como Alcalá, la Rey Juan Carlos y la Carlos III de Madrid.
Similar imagen era la de la línea Circular de Metro, donde su estación de Ciudad Universitaria era, a primera hora de la mañana, un hervidero de gente. "Creo que han puesto más trenes porque he podido hasta sentarme", apuntó Patricia, que se había cogido el suburbano en Guzmán El Bueno para dirigirse hacia la Complutense.
A las 9 horas, muchos ya se agolpaban en las escaleras de las facultades, donde otros estudiantes, ya universitarios, miraban de reojo a los futuros alumnos y criticaban la coincidencia de fechas de los exámenes --ellos se están preparando los de sus carreras y se encuentran problemas para encontrar sitio en la biblioteca--.
"¿Tienes el DNI?", preguntó Alicia, con todos los apuntes en la mano. Es uno de los documentos que los estudiantes tuvieron que presentar a las puertas de la clase donde, a las 10 horas les esperaba la primera prueba, con los ejercicios de la fase general: el comentario de un texto de Lengua Castellana y Literatura.
Después llegarán Historia de España o Historia de la Filosofía, y, por último, la lengua extranjera, con la idea de que las pruebas terminen alrededor de los 18 horas. Los tópicos no han cambiado en los últimos años, y los alumnos "rezaban" porque les tocara Platón o John Locke. "Kant es complicado", dijo otro estudiante.
Este año, para muchos de los que hoy esperaban impacientes que el día terminara, la Selectividad va a ser más corta, pues sólo se presentan a la parte general, que es la obligatoria, y con menos exámenes (cuatro en total). Los que quieran subir nota o acceder a una carrera de las más demandadas tendrán que examinarse de la fase específica, con asignaturas del ramo relacionado con los futuros estudios.
