MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
El lunes transcurrió con normalidad en la tienda IKEA del Ensanche de Vallecas, un día después del robo que tuvo lugar después de que unos ladrones estrellaran el todoterreno que conducían contra la cristalera del establecimiento y lograran llevarse 5.000 euros tras un tiroteo.
Los clientes, pocos este lunes, se mostraron "tranquilos" y algunos de ellos aseguraron no temer que vuelva a suceder un incidente de estas características. Otros, como un vendedor de cupones que estaba sentado a las puertas del establecimiento, señalaron a Europa Press que no es extraño que se produzca algo así ya que "este nuevo barrio se encuentra todavía muy vacío" y son pocos los que hacen vida por sus calles.
En el interior del establecimiento es notable la presencia de seguridad privada. Cada pocos metros, junto a la cristalera rota, varios agentes de seguridad custodian la zona y están atentos a cada movimiento. En el interior, a las puertas de la tienda e incluso en la parada de Metro más cercana, "Las Suertes", se escucha hablar del atraco repetidamente.
No ocurre así con los propios trabajadores de Ikea, ya que, preguntados por el robo o por las reacciones de los clientes, no hacen declaraciones y remiten continuamente a la dirección de la empresa.
