La víctima retira la acusación en el juicio y renuncia a la indemnización por miedo
MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
El padre de una víctima de maltrato e intento de asesinato sostiene que el agresor le llamó una semana antes de casi acabar con la vida de su hija y le comentó que la iba a mandar "en un ataúd a Marruecos", según consta en la declaración judicial que quedó fijada como prueba preconstituida para el juicio celebrado hoy en la Audiencia Provincial de Madrid.
Momentos antes de la vista, la mujer ha comunicado su decisión de retirar la acusación y renunciar a las indemnizaciones que le corresponderían a ella y a sus hijos por miedo, según han indicado fuentes jurídicas. El Tribunal Supremo obliga a las víctimas que se acogen a esta dispensa judicial a comunicarlo al tribunal antes de que se celebre la vista oral.
El acusado, de nacionalidad marroquí, se enfrenta a 20 años de cárcel por un delito de intento de asesinato y maltrato psíquico en el ámbito familiar. En su declaración, se ha negado a declarar tanto a preguntas del representante del Ministerio Fiscal como a las de su abogado. El hombre ha estado muy pendiente del desarrollo de la vista.
El fiscal sostiene que el intento de asesinato era la "ultima" expresión de Taourfik de imponer su dominio sobre su pareja "actuando con total desprecio y humillación durante toda la relación queriendo controlar su vida, sus finanzas y su forme de vestir".
Tras un biombo, ha comparecido la vecina de la víctima, quien ha relatado el duro episodio que vivió la mujer en el que estuvo a punto de perder la vida. Así, ha recordado que el 18 de febrero de 2018 llamaron con fuertes golpes a su puerta y vio por la mirilla a la mujer tirada en el rellano y a sus hijos.
"Salí y los niños me dijeron que su madre estaba muerta y que su padre tenía un cuchillo. Los metí en casa y cerré la puerta. Llamé a una ambulancia. Ella estaba herida, inconsciente y convulsionando. El hombre había sido reducido por su suegra", ha narrado.
La declaración del padre de la víctima estaba fijada como prueba preconstituida, dado que vive en Casa Blanca (Marruecos) y la jurisprudencia admite esta medida en este tipo de casos. En el juicio, se ha leído el relato que hizo en instrucción y se ha exhibido la grabación.
Ante el juez, manifestó que conocía que tenían problemas en el matrimonio y que una semana antes le llamó y le comentó que iba a mandar "a su hija en un ataúd a Marruecos". "Tenía a mi hija cogida boca abajo y con el cuchillo en la mano", narró en cuanto a los hechos vividos, indicando que redujo al agresor para que no matara a su hija.
Los forenses que examinaron a la mujer han expuesto por videoconferencia que las lesiones estaban en órganos vitales que pudieron acabar con su vida. Una de las heridas estaba en la escápula, quedando a poco espacio de haber penetrado en la cavidad pulmonar.
