Policía Nacional detiene a 10 grafiteros por realizar 168 pintadas en vagones de tren

Actualizado: sábado, 4 julio 2015 1:22

MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Policía Nacional ha detenido, tras tres años de investigación, a 10 grafiteros a los que se les imputan 99 delitos por realizar pintadas en 168 vagones de tren, lo que ha originado 601.625 euros en daños, según ha informado el cuerpo de seguridad del Estado en un comunicado.

Los arrestados, de entre 21 y 27 años, paraban trenes en marcha a través del método conocido como "palancazo" y en cuestión de minutos grafiteaban superficies de vagones de hasta 50 metros cuadrados, grabando los hechos para después compartir las imágenes a través de las redes sociales. Se les imputan además 11 delitos por desórdenes públicos.

La operación ha sido desarrollada por agentes de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana y de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

MODUS OPERANDI

Las firmas de los autores figuraban en el pie de cada una de las pintadas que éstos realizaban en los vagones de los trenes. De esta manera buscaban ganarse el reconocimiento de los demás, también a través de la difusión de la comisión de los grafitis a través de redes sociales o páginas web.

En un principio, los jóvenes investigados actuaban individualmente, aunque más tarde decidieron unirse como un grupo para cometer pintadas más elaboradas. De esta manera planificaban sus actuaciones, distribuían las tareas y las ejecutaban conjuntamente.

Ya organizados, su modus operandi consistía en que dos o tres miembros del grupo subían al tren y, tras comprobar que no viajaban vigilantes de seguridad, accionaban el freno de emergencia del convoy en un punto previamente acordado con resto del grupo. Esta acción produce una frenada brusca y violenta del tren, con el consiguiente riesgo de caídas y lesiones en los usuarios del transporte, así como la interrupción en el normal desarrollo de la circulación ferroviaria, ocasionando retrasos y paros en toda la línea afectada.

Una vez que el convoy se detenía, abrían y bloqueaban una de las puertas con un taco, bajando a pie de vías y uniéndose al resto del grupo que está esperando. Las tareas habíann sido distribuidas con antelación y mientras unos realizan las pintadas en el tren, otros vigilan y graban con cámara fotográfica o teléfono móvil las pintadas. Así, consiguían huir del lugar en un tiempo de entre 5 y 8 minutos.

Para ello, los arrestados disponían de información privilegiada y planos sobre las instalaciones en las que pretendían actuar. Del mismo modo conocían la ubicación de las cámaras de vídeo-vigilancia, por lo que procuraban actuar en lugares fuera del alcance de las mismas o tapando su rostro con prendas de ropa. También portaban palos o bates de béisbol para evitar que algún vigilante de seguridad pudiera acercarse a ellos y lograr identificarlos.

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