El presidente de la Audiencia lamenta que "las estructuras judiciales básicas siguen igual que en el Siglo XIX"

Actualizado: jueves, 8 mayo 2008 20:15

Cree que la ineficacia del sistema para ejecutar las sentencias favorece el atasco judicial

MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Audiencia Provincial de Madrid, Francisco Javier Vieira, lamentó hoy que "las estructuras judiciales básicas en España siguen igual que en el Siglo XIX", apelando a los Poderes Públicos a ponerse "manos a la obra" para paliar las graves deficiencias de la Justicia. Vieira cree necesario acometer reformas legislativas para modernizar y racionalizar el uso de los tribunales.

Entre los pilares judiciales fallidos, figura el sistema para llevar a cabo la ejecución de las sentencias penales, tanto en los Juzgados especializados como en las Secciones de lo Penal de la sede judicial que preside, que a su juicio favorece el atasco judicial en esta materia, una circunstancia que empeora aún más la complicada situación que encaran los tribunales madrileños por la excesiva carga de trabajo que asumen.

En la Audiencia madrileña, el estado de las resoluciones a ejecutar no es tan dramática como en los cuatro juzgados penales especializados en Ejecutorias, puesto que cada Sección se ocupa de ejecutar sus propias sentencias. Frente a las 37.500 acumuladas de los órganos que se dedican en exclusiva a esta tarea se sitúan las 2.630 de la Audiencia. La Sala que más ejecuta tiene pendientes 278, mientras que la que menos 31, siendo el promedio de 160.

En una entrevista concedida a Europa Press, el magistrado subrayó que uno de los obstáculos a la hora de hacer cumplir las resoluciones es "la imposibilidad de realizar un control efectivo sobre las Ejecutorias" por "la falta de un sistema informático que permita un muestreo rápido de las sentencias pendientes y el estado de las mismas por bloques", diferenciando la ejecución de la responsabilidad civil, la localización de un acusado o la emisión de una orden de busca y captura, entre otros aspectos.

Otro de los puntos a mejorar, según Vieira, se refiere a los módulos de trabajo fijados por el Servicio de Inspección del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en los que no se valora "la importante carga de trabajo" que supone "la trabajosa labor de ejecutar". "Estos módulos tienen bastantes fallos. El Consejo ha tratado de modificarlos, pero al final no se ha llegado a ninguna fórmula", sugiriendo que se mire hacia otros modelos europeos en los que el presidente de la Audiencia o de cada órgano judicial evalúa de manera periódica el trabajo de cada juez.

JUSTICIA MÁS MODERNA

En líneas generales, apuntó, "se necesitan más medios, procedimientos modernos y estructuras adaptadas a la actual situación". "Hay que dar un paso más allá. Hay que reformar la Administración de Justicia para que sea más moderna y tenga formas de gestión adaptadas a la realidad", añadió.

En esta línea, aplaudió el esfuerzo del Gobierno regional, a través de la Consejería de Justicia, en impulsar la puesta en marcha del Campus de la Justicia, si bien exigió que se traslade esa misma dedicación a otras materias judiciales, como en el desarrollo de la Oficina Judicial o la modernización de un sistema de gestión procesal --en el que ya se está trabajando--.

Según el magistrado, "el sistema procesal permite el acceso indiscriminado a la Administración de Justicia y el agotamiento de los recursos", lo que hace que "una gran parte de la actividad judicial sea inútil o sin interés". En el caso de la Audiencia, la avalancha de recursos de apelación "sin objeto con el mero interés dilatorio" atasca el trabajo de las secciones. Propuso seguir el modelo del ordenamiento jurídico francés, en el que el tribunal anuncia la pena inmediatamente después del juicio dando un plazo para recurrir. "Esto permitiría a las Secciones celebrar más juicios y dictar más sentencias", apuntó.

También criticó el alto porcentaje de interinos no cualificados que trabajan en los órganos judiciales madrileños. "Hay que procurar que el número de interinos sea el mínimo y que se cubran la mayor parte de las plazas por titulares". En su opinión, es "preferible que se baje el nivel de exigencia" de los opositores a que entren personas que no están cualificadas para desarrollar esta labor.