PSOE asegura que "los carteristas se han convertido en una epidemia en el centro" y piden más presencia policial

Actualizado: sábado, 12 junio 2010 12:30

MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Grupo Municipal Socialista en Madrid denunció hoy que "los carteristas se han convertido en una auténtica epidemia en el centro" de la ciudad y exigió al Gobierno local que cree dispositivos policiales especiales para esta zona.

El presidente del Grupo socialista y portavoz de seguridad, Óscar Iglesias, destacó la gran proliferación de carteristas que se ha registrado en el centro de la ciudad.

Según él, "los carteristas se han convertido en una epidemia en el centro de Madrid, que han convertido en un territorio propio". Aunque "generalmente no utilizan la violencia ni la intimidación", si trabajan fundamentalmente en zonas céntricas con mucha gente, como Sol, Preciados, Arenal, Mayor, plaza Mayor o el Mercado de San Miguel.

Iglesias explicó que estos grupos "actúan en bandas organizadas donde cada miembro juega un papel muy definido a la hora de cometer el robo: unos 'fichan' a las posibles víctimas por su vulnerabilidad, otros hacen el seguimiento para detectar el momento más propicio, y una persona realiza la sustracción, mientras otra permanece cerca del ladrón para recibir la cartera, quedando aquella 'limpia' en caso de problemas o existencia de testigos".

Además, estos individuos "se adaptan a cualquier situación y horario para robar", aunque según datos municipales normalmente cometen más robos de jueves a domingo en 'hora punta' --de 7 a 9 horas--, así como con la salida de los trabajos --entre las 19 y las 21 horas--.

Estos grupos también actúan en el Metro, fundamentalmente en las estaciones con gran afluencia de usuarios: las estaciones de zonas turísticas --Retiro, Banco de España, Callao, Plaza de España, Gran Vía, Alonso Martínez...--. Los datos existentes apuntan que su línea preferida es la 10, particularmente entre Príncipe Pío y Nuevos Ministerios. De hecho, en 2008 el suburbano tenía identificados a medio millar de carteristas.

El modus operandi que utilizan depende de la experiencia y procedencia. Así, existe el 'carterista de las aglomeraciones', que se confunde con los grupos, roba y escapa entre la muchedumbre; los 'piqueros', que sustraen carteras usando el pico que forman con dos de sus dedos; y las 'bolsilleras', que roban en el interior de los bolsos.

Además, los carteristas 'chinaores' rajan los bolsos para obtener el botín; los 'camuflados' recorren en grupos reducidos las calles del centro disfrazados de turistas, lo que les da la posibilidad de fingir que observan escaparates o estudian un mapa hasta que localizan una víctima, y que incluso pueden llegar a distraer al visitante mostrándole un mapa y preguntándole por lugares determinados, mientras otro asalta sus pertenencias.

Otros carteristas se sitúan en las filas de las paradas más concurridas de los autobuses turísticos y aprovechan para vaciar la mochila de la persona que está delante, mientras que el 'carterista del periódico' utiliza un diario como 'muleta', que colocada sutilmente, impide que la víctima vea cómo le quitan la cartera u otros objetos de valor, como teléfonos móviles.

En cuanto al 'carterista de las firmas', distrae a la víctima haciéndole firmar en una hoja por alguna causa humanitaria. Una vez que tiene las manos ocupadas sujetando la hoja y el bolígrafo, aprovecha el momento para robarle. El 'carterista de la mancha' roba, con la excusa de limpiar una mancha del traje de la víctima; los carteritas 'lanceros' roban monederos con ayuda de unas pinzas largas; y el 'carterista del escándalo' llega en grupo, empieza a montar escándalo y gritar, y acaba envolviendo a alguien que no puede zafarse.

Por su parte, los carteristas del metro y autobuses van en grupo, y aprovechan el caos circulatorio y las subidas y bajadas de los viajeros: una persona da pequeños empujones por un lado y otra roba por el otro, aprovechando que la atención está centrada en evitar el contacto físico con la primera. O bien entre todos rodean a la víctima, muy pegados a él, sin mantener distancias, para crear sensación de agobio y desplazar la atención hacia la defensa del espacio más que de las pertenencias.

Ante todas estas modalidades de robo, Óscar Iglesias consideró "imprescindible que la Policía Municipal incremente las actuaciones contra estos delincuentes y establezca un dispositivo policial especial para evitar que sigan robando".

"Es imprescindible poner fin a estos hurtos para garantizar la seguridad de las personas que transitan por Madrid y evitar que este tipo de actos empañen la imagen internacional de nuestra ciudad", concluyó Iglesias, asegurando que "la policía tiene forzosamente que conocer a muchos de los carteristas porque pasan el día deambulando por esas zonas".

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