El presidente del Episcopado "no ve razón" que justifique "el cuestionamiento" de los Acuerdos Iglesia-Estado
MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, manifestó hoy que las relaciones Iglesia-Estado se prevén "favorables" si se respetan las doctrinas jurídicas y filosófico-teológicas que las han iluminado.
Rouco Varela pronunció esta tarde un discurso centrado en torno a 'Las relaciones Iglesia-Estado. Perspectivas actuales' durante el acto académico de investidura como miembro de la Real Academia de Doctores, que le ha otorgado la Medalla Nº 41, adscrita a la Sección de Teología.
"Las perspectivas actuales de las relaciones Iglesia y Estado --amplió el purpurado--, contempladas desde la problemática europea y, sobre todo, desde la situación española, se muestran favorables para un desarrollo presente y futuro de las mismas puesto inequívocamente al servicio del bien superior de la persona humana y del bien común; con tal de que se cumpla una condición: la de que se valoren y respeten las doctrinas jurídicas y filosófico-teológicas que las han iluminado y conformado a partir de la doble experiencia del tiempo fundacional de las Naciones Unidas y del Concilio Vaticano II".
En este sentido, manifestó que esas doctrinas están "reflejadas" en la mayor parte de los instrumentos jurídicos bilaterales que regulan esas relaciones en la actualidad. Para Rouco, la Iglesia tiene "un patrimonio humano y social de gran valor", que "trasciende el día a día de la actualidad socio-política y cultural". "Deberíamos apreciarlo y enriquecerlo entre todos en el presente y en el futuro", agregó.
El prelado se refirió a la relaciones Iglesia-Estado como una cuestión "siempre viva", que pertenece "a un orden de realidades permanentes" que "tienen que ver con aspectos esenciales de la persona humana", como son "su dimensión religiosa" y "su dimensión social".
Tras hacer un repaso a la historia de estas relaciones, Rouco Varela manifestó que "no se ve razón" que justifique "el cuestionamiento" de los Acuerdos Iglesia-Estado y añadió que "merecen ser respetados y mejorados al servicio del bien común".
Por otra parte, reivindicó, a través de una cita del Concilio Vaticano II, el derecho de la Iglesia a "predicar la fe con verdadera libertad, enseñar su doctrina social, ejercer sin impedimentos su tarea entre los hombres y emitir un juicio moral también sobre las cosas que afectan al orden político cuando lo exijan los derechos fundamentales de la persona humana o la salvación de las almas". De este modo, recordó que la Iglesia "consolida la paz entre los hombres" gracias a su "adhesión al Evangelio y con el ejercicio de su misión en el mundo".
