MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades de la Comunidad de Madrid (CRUMA) y responsable de la Complutense, Carlos Berzosa, explicó hoy que las universidades públicas continúan endeudándose porque han tenido que rescindir los contratos con las empresas adjudicatarias de distintas obras debido a los recortes presupuestarios.
En declaraciones a Europa Press, Berzosa destacó que las universidades públicas se encuentran con un primer problema debido a la falta de financiación porque se han visto "obligadas a rescindir contratos con las constructoras adjudicatarias", y ahora tienen que hacer frente "al pago de indemnizaciones, con lo cual se detrae dinero del gasto corriente y el bucle económico se va haciendo más peligroso".
"En situaciones de crisis no queda más remedio que aumentar el gasto y la deuda pública", indicó Berzosa, quien señaló que también ha pedido que la Comunidad de Madrid reconozca a las universidades la deuda que tiene con ellos y les permitan endeudarse, por ejemplo, mediante la adquisición de créditos con el Instituto de Crédito Oficial (ICO).
En todo caso, recordó que las partidas más afectadas hasta ahora han sido las del gasto corriente, "que está congelado", y el capítulo de inversiones, que desde 2008 "ha sufrido una reducción de más del 80 por ciento". "Así no podemos funcionar", consideró el rector, quien añadió que las universidades deben hacer frente, por ejemplo, "al incremento de las pagas extraordinarias, cuyo importe aumenta por la normativa estatal", pero que no les dan los recursos para pagarlas.
Así, manifestó que parece que la consejera de Educación, Lucía Figar, es "receptiva" en el tema de las pagas y reconoce que tienen que abonarlo, "pero queda todo lo demás". Precisamente, por esta razón, Berzosa ha solicitado una entrevista con la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, aunque "todavía no tiene fecha".
Y todo ello, porque "evidentemente", para el presidente de la CRUMA, la financiación de las universidades madrileñas es el problema que más le preocupa después de "tres años sufriendo recortes en la financiación comprometida", lo que les está llevando a una "situación asfixiante".
"Soy consciente de la crisis económica que padecemos, de la reducción general de ingresos que registran la Administración central y la autonómica y del aumento del déficit público", indicó, al tiempo que subrayó que las universidades no son "más que nadie" y aunque no piden privilegios, "padecen" también los efectos de la crisis.
En su opinión, el "preconizado" cambio de modelo económico que necesita el país "pasa por potenciar la formación y la investigación, y en esto las universidades", añadió, son esenciales.
